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Al anochecer del pasado miércoles 7 de noviembre falleció la rabanit Perl Cahn de Oppenheimer z’l, que fuera esposa del rabino Iosef Openheimer z’l, madre de seis hijos entre los que se cuenta el rabino Daniel Oppenheimer y la esposa del Gran Rabino Shlomo Benhamú.
Nacida en Mainz (Maguncia) ciudad alemana a fines de la segunda década del siglo XX, llegó a la Argentina a mediados del pasado siglo acompañando a su marido, el rabino Iosef Oppenheimer z’l, con el que se había casado cinco años antes en Zurich Suiza.
El rabino Iosef Oppenheimer había sido contratado para hacerse cargo del Rabinato de Ajdut Israel (Asociación Religiosa, Educativa y Cultural Concordia Israelita), la comunidad judía raigal de habla alemana del barrio de Belgrano de la ciudad de Buenos Aires, y la rabanit, educada en la estricta observancia de la Torá, fue una permanente colaboradora de su esposo en toda la obra comunitaria y educativa que esté llevó a cabo hasta el momento de su fallecimiento, en especial en lo relacionado con la mitzva de Teaharat Hamishpaja; tarea que continúo, mientras sus fuerzas se lo permitieron, hasta hace pocos años.
Para la gran mayoría de los miembros de Ajdut Israel, la rabanit Perl Cahn de Oppenheimer z’l era la “rebetzn” a quien todos respetaban por su permanente participación en la vida comunitaria, tanto en la atención y cuidado de la mikve como en otras tareas, que fueron recordadas durante el Espet que se le brindara en el Beit Hakneset tanto por su yerno, el Gran Rabino Shlomo Benhamú, por el Rosh Ieshiva, rabino Daniel Mohadeb y por su hijo, el rabino Daniel Oppenheimer.
Mujer que regía su conducta por la sniut respondía a todos los que la consultaban, si bien era conocida por ser una persona que permanentemente demostraba lo que es el cavot a sus semejantes, siempre mantenía la serenidad, la modestia y corrección en los momentos más difíciles que le toco vivir, que al decir del Rabino Mohadeb era “una mujer zadeket” que con “su silencio era más aleccionadora que todas las palabras”.
Por su parte el Rabino Daniel Oppenheimer sostuvo, entre otras apreciaciones “Nuestros padres eran dos refugiados pero no hacían alarde de lo que habían vivido” y “Ella hacía lo que se necesitaba en cada momento, no hablaba sino que hacía”, para también afirmar que cuando tanto él como sus hermanos fueron enviados a estudiar al exterior “Estando físicamente lejos de casa con sus cartas nos sostenía y eran el nexo con la casa, así nos educó a todos” y recordar que para su madre “la mikve no tenía horario” y no sólo atendía a quienes venían a utilizarla “sino que también se ocupaba de que la caldera funcionara y de la limpieza del lugar”.
Gran Rabino Slomo Benhamú, sumamente emocionado, informó que como había tenido el Sjut de llevar al Rabino Iosef Oppenhdeimer a su última morada en Eretz Israel, tendrá el Sjut de hacer lo propio con la Rabanit.
Tribuna Judía adhiere a todos los conceptos arriba mencionados y acompaña en estos momentos de dolor a los hijos, nietos y bisnietos de la rabanit Perl Cahn de Oppenheimer z’l, como a toda la comunidad Ajdut Israel.
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