En el siglo pasado hemos sido testigos de una nueva era en las comunicaciones. ¿Quién hubiera pensado que alguna vez nos comunicaríamos entre nosotros a través de máquinas? Un pequeño microchip puede almacenar millones de elementos de información. Una enorme cantidad de energía es utilizada para comunicarnos por medio de la tecnología. Un satélite puede ser instalado en el espacio y billones de piezas de información quedar en perfecta sincronización para enviar un email que pueda llegar a destino. Si una persona omite una letra, o un punto, la comunicación no se puede completar y vuelve al destinatario. La tecnología está hecha por la mano del hombre, y por lo tanto tiene sus límites. El poder de la mente humana está creado por D”s. La más avanzada de las computadoras ni siquiera puede almacenar la millonésima parte de lo que puede la capacidad del cerebro. La teconología es frágil- en segundos, una tormenta de fuerte viento puede cortar la comunicación. La mente humana nunca corta la comunicación en tanto es un don dado por Hashem. Desde el momento anterior al nacimiento hasta la muerte, el cerebro humano está constantemente procesando información. El botón de “grabar” está constantemente prendido en la mente humana. Las memorias son almacenadas en nuestra mente como si fuera una computadora. Para mantener una mente saludable es esencial tener un auto control mental. A veces la mente quiere irse de vacaciones y descomprimirse, pero no puede. La mente humana es como una casa. Si tú te vas de tu casa por un año, cuando regresas encontrarás cosas que no funcionan. El césped estará salvajemente crecido, y la pintura se habrá descascarado: todo se habrá deteriorado. El mantenimiento de la salud mental es esencial para preservar la mente –al igual que la propia casa- en perfectas condiciones. Las malas acciones son una prueba de que el hombre se ha alejado de la espiritualidad y se ha sumergido en temas mundanos. Las influencias extrañas pueden contaminar la mente para alejarnos de Hashem. Pero el cerebro tiene la capacidad para resistir. Concentrándonos en la sabiduría del don de Hashem para el hombre, mantedremos un saludable control mental. Todo en este mundo, desde un animal hasta un insecto, fueron creados por Hashem para favorecer al hombre. El aire, que parece algo tan simple, es un don de Hashem para una respiración saludable. Cada vez que respira el hombre recibe ese don. Con cada respiración que uno hace, debe agradecer a Hashem. Las expresiones de gratitud hacia la generosidad de Hashem con 100 bendiciones por día son un ejercicio de la mente. Estudiar la Sagrada Torá y el trabajo constante sobre los impulsos del carácter mantiene una salud mental. La propagación de la generosidad de Hashem y el control sobre el universo es el deber principal de la mente. El control mental saludable y el reconocimiento de la soberanía de Hashem impulsarán una respuesta desde los cielos y nos traerán la redención final de ver la reconstrucción de Jerusalem en nuestro tiempo. Amen.
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