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El Centro Comunitario Chalom, la DAIA y el Museo del Holocausto organizaron el acto de recordación y evocación del Holocausto/Shoá de las comunidades judías de Rodas, Salónica y Cos y de todos los mártires sefaradíes, que se efectuó el pasado 22 de agosto en el Beit Hakneset del C. C. Chalom.
Durante su transcurso se prendieron ocho velas de izkor, seis en homenaje a los seis millones de judíos masacrados por el nazismo y las dos restantes a las víctimas de los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA-DAIA
Luego de que el presidente del Centro Comunitario Chalom prendiera la primera de las correspondientes a los seis millones de judíos víctimas del nazismo, las cinco restantes fueron encendidas por Claudio Avruj, Director General de Relaciones Institucionales, en la Secretaría General del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; miembros de Chalom nacidos en Rodas, Salónica y Cos, entre los que se contaba José Menascé, vicepresidente de la Fundación Memoria del Holocausto/Museo del Holocausto de Buenos Aires; David Galante, sobreviviente de la Shoá, junto con sus familiares; Orkide Akyaumael, Concejera Encargada Negocios de la embajada de Turquía en Buenos Aires y los chicos del curso de Bnei Mitzva de Chalom.
Las correspondientes al homenaje a las víctimas de los atentados perpetrados contra la Embajada de Israel y el edificio de la AMIA-DAIA fueron encendidas por Víctor Chama, presidente de la Organización Sionista Argentina y Alberto Hammerschlag, vicepresidente de la DAIA; respectivamente.
Mientras que David Galante brindó su testimonio sobre su experiencia personal y el mazkir de Bnei Akiva, Iosef Zylberberg, se refirió a un joven sobreviviente de la Sho{a, miembro del movimiento juvenil, que cayó en la Guerra de Liberación del Estado de Israel; tanto Claudio Avruj, José Menascé, Víctor Chama y Alberto Hammerschlag se refirieron a la singularidad de la Shoá y la necesidad de preservar la memoria de lo ocurrido.
Víctor Chama sostuvo, entre otros conceptos, que “A aquellos mártires que estuvieron en la puerta del infierno, y no pudieron llevarlos allí, seguro que Hashem los tiene a su lado, en el Gan Edén, el Paraíso. (…) Hay que educar, hay que rememorar y evitar la indiferencia. Uno de los flagelos es la indiferencia, ser solamente un observador. Hoy tenemos que actuar y estar muy atentos por que tenemos un estado que es nuestra coraza y es a eso a los que nos vamos a dedicar todos también, porque Medinat Israel (Estado de Israel) es el fruto de siglos de persecuciones y estoy seguro que muchos junto con el Shema deseaban estar el año siguiente en Ierushalaim”.
Mientras que Alberto Hammerschlag afirmó “Amigos, la preservación de la memoria constituye un deber sagrado. Hoy recordamos a los m{artires, hombres, mujeres y niños que perecieron a manos de sus verdugos por su sola condición de judíos. (…) Deb emos aprender las lecciones del pasado, pero no vivir en él. Debemos combatir toda expresión de odio y discriminación, denunciar todo agravio, sea quien fuere la víctima circunstancial (…) Desde la DAIA renovamos cotidianamente el compromiso de denunciar a quienes pretenden retrotraernos a ese pasado horroroso, a los perversos negadores de la Shoá y sus aliados locales, a los justificadores del fundamentalismo terrorista, que nos atacara en 1992 y 1994 aquí en Buenos Aires, a los antisemitas que pretenden disfrazarse de antisionistas, cómo si no fueran dos vertientes del mismo odio ancestral contra nuestro pueblo. Señoras, señores, queridos sobrevivientes: Al honrar a nuestros hermanos, honremos su dignidad, su valor, su amor a la vida, su indeclinable legado”.
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