Parragon Books Ltd. A quien corresponda:
Estoy escribiendo en mi condición de director de asuntos públicos de una organización nacional judía, Agudat Israel de América, cuya división de Asuntos Educativos brinda servicios a escuelas privadas judías en toda Norteamérica. Un integrante que trabaja como bibliotecario en dos escuelas privadas de Nueva York ha llamado nuestra atención sobre unos perturbadores pasajes de un texto publicado por la Editorial Parragon . La “Enciclopedia de la Historia Mundial: Desde la Edad de Piedra hasta el Siglo XXI”, incluye, en la sección “El Mundo Moderno”, una referencia sobre “Israel y Palestina” (pgs. 208-209).
Allí afirma que “las tierras que rodean a Jerusalem” eran “el antiguo hogar de los judíos” y que luego de su expulsión de la Tierra Sagrada, su “deseo de retornar condujo a un largo conflicto con la gente que vivía allí”. También destaca que “un pequeño número de judíos, conocidos como Sionistas, comenzaron a establecerse en Palestina en la década de 1880”.
Dejando de lado el hecho de que la antigua monarquía judía en la Tierra Sagrada, de acuerdo a lo que consideran los historiadores, se había extendido mucho más allá de los alrededores de Jerusalem, la insinuación de que no había presencia judía en el área durante siglos hasta bien entrado el siglo XIX, no es cierta. En todo caso, es una afirmación que habitualmente realizan algunas personas en la actualidad, pero no concuerda con hechos demostrables de la historia. Incluso cuando muchos de sus hermanos fueron expulsados por la fuerza de su hogar ancestral, los judíos mantuvieron una presencia constante en lo que hoy en día es Israel desde la antigüedad hasta el presente. Hubo tiempos en que los invasores dejaron a Jerusalem Judenrein (sin judíos), pero aún en esos tiempos tenebrosos, existieron comunidades judías en lugares comno Hebron, Safed, y otros más.
Más escandalosa, sin embargo, es una referencia temporal al pie de las páginas de dicha sección. Para el año 1929, la descripción es la siguiente: “Primer gran conflicto entre judíos y árabes”.
Lo que ocurrió en 1929 es un tema de registro. Desde el 23 de Agosto hasta el 29 de ese mes, los árabes atacaron a los judíos en Jerusalem matando a 133 personas inocentes. El motivo esgrimido para dichos ataques era que algunos judíos habían llevado sillas al Muro Occidental a fin de que los ancianos y los discapacitados pudieran estar en condiciones de rezar allí. Las 116 víctimas fatales árabes fueron sin duda el producto de los “esfuerzos de control de las turbas árabes” por parte de las fuerzas de seguridad británicas.
Esa fue la conclusión de la “Comisión Shaw”, la que también informó sobre una subsiguiente masacre de judíos inocentes en Hebron el 24 de Agosto de ese año. El informe describe lo sucedido como “uno de los ataques más feroces al gueto judío y a distintas casas de judíos que estaban lfuera de los barrios populosos de la ciudad. Más de 60 judíos –incluyendo a muchas mujeres y niños –fueron asesinados y más de 50 resultaron heridos. Este salvaje ataque…estuvo acompañado por actos de destrucción y saqueos desenfrenados. Las sinagogas judías fueron profanadas y un hospital judío, que había proporcionado tratamiento a los árabes, fue atacado y saqueado”.
Días después los árabes atacaron también a los judíos de Safed. Según las palabras del Informe Shaw: “Aproximadamente a las 5:15 de la tarde del 29 de Agosto, una turba de árabes atacó el gueto judío de Safed…en cuyo transcurso resultaron muertos o heridos unos 45 judíos, varias casas y comercios judíos fueron incendiados, y se reiteró la desproporcionada destrucción que había constituido el rasgo prominente del ataque llevado a cabo en Hebron”.
Un testigo presencial describió cómo una mujer fue cortada en pedazos y cómo los atacantes árabes entraron a un orfanato, golpeando las cabezas de los niños y cortándoles las manos. Los estudiantes de una famosa Ieshivá de la ciudad fueron asesinados y sus cuerpos mutilados.
Esos fueron los hechos más destacados del año 1929 en “Palestina”. Los cuales su libro de texto sintetiza como: “1929- El primer gran conflicto entre judíos y árabes”.
Yo no puedo saber cuál es el pensamiento de los autores de dicho libro de texto, y voy a suponer que no son distorionadores voluntarios de la historia. Si la referencia fue producto de un error, sin embargo, lo ha sido de uno pasmosamente grueso y precisa ser corregido –no sólo en alguna edición futura del texto sino a través de algún tipo de comunicación con las escuelas que lo emplean en la actualidad.
Le ruego me honre con su respuesta tan pronto como le sea posible.
Muchas gracias.
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