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El 31 de mayo, más de 60 representantes de socios de la AMIA respondieron positivamente la convocatoria a sesionar como Asamblea Ordinaria para considerar, entre otros puntos del Orden del Día, la Memoria y Balance General del Ejercicio Económico cerrado el 31 de diciembre pasado; y el presupuesto para el año en curso.
En total, incluyendo el homenaje a los socios fallecidos, la Asamblea tuvo una duración de no más de 20 minutos, debido a que los representantes presentes – excepto una o dos excepciones – no solicitaron la palabra para hacer preguntas ni comentarios.
Es evidente que la decisión tomada a fines de marzo último, en la Asamblea Especial, de prorrogar el mandato de los miembros de la Actual Comisión Directiva, hasta mediados o fines de mayo del 2013, calmó los ánimos y la conducción de la AMIA ha logrado que se apruebe la Memoria y Balance General dentro de los plazos estatutarios.
Mientras los asistentes a la Asamblea se retiraban, el secretario general de la AMIA, Julio Schlosser declaró “Estábamos en deuda, por qué no sólo está ha sido una Asamblea realmente ejemplar, no hemos tenido dificultades para tener quórum. Todos los bloques aprobaron en forma unánime la documentación presentada. Esto para nosotros es muy importante, no haber merecido ninguna objeción ni la documentación ni la gestión; y hemos logrado algo que nos quedaba pendiente, que es la aprobación del Presupuesto 2012. Hoy ya tenemos presupuesto aprobado, los balances aprobados en tiempo y forma, por eso hemos hecho hoy la Asamblea. Entonces realmente estamos contentos. Esto nos da energía para terminar está gestión que se prolongó más de lo que estaba programado”.
Si bien el secretario general de la AMIA expresó una visión optimista, y concordamos con él en que es importante que se haya aprobado la Memoria y el Balance General en tiempo y forma, no podemos dejar de recordar los motivos por los que los miembros de la Asamblea no pudieron cumplir con la primera obligación que les establece el Estatuto vigente de la AMIA: designar a los miembros de la Comisión Directiva y a los Revisores de Cuentas, generando una situación anómala que no tiene precedentes en la histórica centenaria de la institución.
Algunos podrán pensar que con la prolongación del mandato de la actual Comisión Directiva se solucionó el diferendo producido a partir de que la segunda y tercera minoría de la última elección de la AMIA no aceptaron que la presidencia le correspondiera a un dirigentes de la lista que obtuvo la mayor cantidad de votos, la del Bloque Unido Religioso - BUR, aduciendo que los votos de esas dos listas sumaban más que los de la primera minoría. Esta falta de aceptación produjo que la división existente - en la vida diaria – entre judíos raigales (ortodoxos) y los que no lo son
En abril venidero se realizarán las nuevas elecciones de la AMIA, para elegir a nuevos representantes de asociados que conformarán la Asamblea de socios. Esperamos, y deseamos que, luego de esa nueva compulsa electoral, por el bien de la institución, no vuelvan a vivirse situaciones como las que impidieron llegar a un acuerdo para elegir a los miembros de la Comisión Directiva, en especial al presidente.
Que se hayan aprobado la Memoria y Balance General en tiempo y forma, puede ser un antecedente positivo en esa senda.
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