Organizado por el Departamento de Cultura de la AMIA se efectuó en la Sala de Sesiones de la institución el pasado martes 17 de abril un acto de homenaje a quien fuera un destacado pedagogo polaco, director de un orfanato de aproximadamente 200 niños judíos a los que decidió acompañarlos cuando fueron enviados a las cámaras de gas de Treblinka, el 5 de agosto de 1942, pese atenerla posibilidad de salvarse.
Durante el acto, que fue conducido por el secretario general de la AMIA, el presidente de la institución dio la bienvenida a los asistentes y se refirieron a la personalidad y relevancia de la actividad que desarrolló Janusz Korczar z’l, el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni; al embajador de Polonia en Argentina, Jacek Bazanski; al embajador del Estado de Israel, Daniel Gazit; al titular de la Sindicatura General de la Nación - SIGEN, Daniel Reposso; el profesor Manuel Tenenbaum; y Pablo Goldaman, secretario del departamento de Cultura de AMIA.
El embajador de Polonia, entre otros conceptos, manifestó que el año 2012 sea designado el “Año Janusz Korczak destinado a que sea un espacio de debate y reflexión sobre los derechos del niño. Debate que no tengo dudas logrará ser de carácter universal. En el año 2012 recordamos el setenta aniversario de la muerte de Korczaak en el campo de exterminio alemán nazi de Treblinka; también celebramos el centenario de la fundación del orfanato Krochmalna en Varsovia donde el viejo doctor, como solían llamarlo los niños, pudo realizar su labor pedagógica basada en los derechos del niño. La obra de Henryk Goldszmit, su verdadero nombre y apellido, es un patrimonio cultural nacional y universal. Korczak fue una persona polifacética, experimentador de la acción y el pensamiento que rompía los esquemas comunes que se dio a conocer hace cien años como un luchador por los derechos del niño en todas las esferas de su actividad. Cómo escritor entendía la importancia de un modo particular de comunicación con el niño, además fue un pionero creando un periódico infantil y desarrollando un programa radial para niños. Lo que hace de Korczak un personaje heroico es su firme postura, siempre en consonancia con el pensamiento y la acción. El viejo doctor se dedicó hasta el final a los niños, rechazando la posibilidad de salvarse a si mismo y murió en el campo de exterminio nazi alemán junto a sus protegidos y del personal del orfanato. El Año Korczak es una ocasión para recordar a este importante personaje y volver a estudiar su obras, así como reflexionar desde el diálogo intercultural e intergeneracional sobre los derechos humanos del niño.
El embajador Gazik, luego de recordar que luego de haber leído toda los libros de ficción para niños que Janusz Korczak z’l, se interesó en conocer quien era por lo que leyó los libros pedagógicos de su autoría, que fueron revolucionarios en su tiempo pues planteaban que los niños deben ser considerados personas que tienen sus derechos, los que actualmente se denominan, derechos del niño.
El ministro Sileoni, por su parte, sostuvo “Hoy en la educación se habla mucho de la confianza en los alumnos, no se puede educar a quien no se le tiene confianza, es imposible anunciar el futuro si el educador no lo ve, es imposible trasmitir una pasión si el maestro no la tiene. Un educador siempre busca y esto es lo que hacía Korczak, a quien hoy homenajeamos. Un buen educador no equivoca la fuente de su autoridad, que no viene de ser docente, maestro o director, sino deviene – y esto también es bueno decirlo de Janusz Korczak – del testimonio concreto diario de trabajo, de entrega, de respeto al otro; de primero cumplir lo que le va a pedir cumplir a los chicos”.
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