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Febrero, un mes con novedades
A partir del proceso iniciado el 11 de abril del año pasado, el día siguiente a las últimas elecciones de la AMIA, se vienen produciendo en la comunidad hechos novedosos: que la lista electoral que obtuvo el segundo lugar en la contienda electoral pretenda la presidencia de la institución, que la Asamblea (Rat) Electora no pueda elegir a los integrantes de la Comisión Directiva de la AMIA en tres oportunidades, por falta de quórum; que dirigentes con años de experiencia afirmen que un “ortodoxo” no debe ser el próximo presidente de la Kehila y que otros sostengan que no incluirán en la futura conducción a los “religiosos raigales”; que la falta de acuerdo en conformar la Comisión Directiva prolongue el mandato de quienes tenían que haber concluido en su función; que una importante cantidad de representantes de socios solicite efectuar una Asamblea para tratar el llamado a nuevas elecciones.
Como consecuencia de estas situaciones se produjo el reacomodamiento de quienes integraron la lista electoral que se ubico tercera en la elección, el denominado Frente Comunitario, pues mientras que Avodá y los dirigentes de las instituciones socio deportivas que lo integraban se acercaron a la postura sostenida por Plural JAI - que a ellos pese a salir segundos le correspondía la presidencia pues lideraban al 59% de los socios que no votaron por el Bloque Unido Religioso – los miembros de Amia es de todos sostienen que la presidencia de la AMIA le corresponde a un dirigente de la primera minoría.
También se produjo otro hecho, que fue utilizado para criticar a un dirigente ortodoxo, y de esa manera a todo el Bloque Unido Religioso, que los máximos dirigentes de Plural JAI denunciaron públicamente que no era ético que el actual vicepresidente primero de la AMIA y mencionado como el candidato a presidente de la ortodoxia, el doctor Ángel Barman, pagara la cuota de unos 2.000 socios a un valor mensual mínimo.
Todo hace preveer que la Asamblea convocada para el 29 de marzo venidero resolverá el llamado a nuevas elecciones, y que las mismas siguiendo lo dispuesto por el Estatuto vigente deben realizarse en un día domingo del mes de abril, lo que implica que se lleven a cabo en el 2013.
Seguramente teniendo en cuenta esta posibilidad y que en las elecciones de la AMIA pueden votar los asociados que tengan como mínimo un año de antigüedad, las actuales autoridades de la Kehila decidieron que hasta el 31 de marzo del corriente año quienes se asociaran podrían hacerlo pagando una cuota mensual de cinco pesos ($ 5.—) por un año, un valor bastante inferior al que paga la gran mayoría de los ya asociados. Esto les permitiría votar en una próxima elección.
Mientras que unos interpretaron esta medida como una respuesta a las críticas a Ángel Barman, otros decidieron aprovecharla para asociar a posibles adherentes a sus postulados respecto a lo que debe ser la AMIA, por ejemplo el movimiento Masorti (reformistas y conservadores) y Plural JAI.
Pero no sólo ellos lo hicieron sino que la conducción de FACCMA (Federación Argentina de Centros Comunitarios Macabeos) que integran la gran mayoría de las instituciones sociodeprotivas de la comunidad decidió efectuar una campaña para que los miembros de sus adheridas, que no son socios de la AMIA, se asocien, de acuerdo a lo informado por la Agencia Judía de Noticias/Itón Gadol en su página web el pasado 16 de febrero.
De acuerdo a lo publicado el presidente de FACCMA, Waldo Wolf, declaró “En función de una propuesta que tuvimos de las afiliadas a las que representamos en forma personal, decidimos que vamos a fomentar que toda persona mayor de edad, que participe en una actividad regulada por la federación tenga la posibilidad voluntaria de acceder a ser socio de la AMIA, contando las nobles actividades que hace”, agregando después “Como consideramos que ser parte de la institución kehilatí (comunitaria) central por excelencia es un derecho universal de todo participante de nuestros torneos, le garantizamos el aporte mínimo para ser socio de la AMIA si lo desea. Salimos con una campaña de esclarecimiento no solamente para los que participan de nuestros torneos. Todas las instituciones afiliadas, por decisión propia y en la medida que le dé la fuerza, va a fomentar lo que hace la AMIA. Es importante aclarar que esto que estamos haciendo con la AMIA lo hacemos de forma permanente con el Keren Kayemet Leisrael (KKL). Hay que tener en cuenta que en todas nuestras actividades son adherentes las instituciones centrales: KKL, AMIA, OSA y DAIA”.
De estas palabras se desprende que FACCMA no sólo ha de fomentar que “toda persona mayor de edad, que participe en una actividad regulada por la federación tenga la posibilidad voluntaria de acceder a ser socio de la AMIA” sino que también le garantizan “el aporte mínimo para ser socio de la AMIA si lo desea”, es decir que ellos pagarían el importe de la cuota social.
Estas afirmaciones son importantes por demás, ya que por un lado indicarían que para el presidente de FACCMA no habría problemas de que no judíos sean socios de la AMIA, y por otro que con fondos de la federación solventarían las cuotas de quienes se asocien y no la abonen.
Sin entrar a analizar el tema de los “no judíos”, pues puede haber sido un error ya que en siguientes publicaciones la misma se menciona, debemos decir que si bien FACCMA tiene la potestad de hacer el uso que considere conveniente para su actividad de los bienes que posee, que pague cuotas de asociados a la AMIA no es una ayuda a esa institución sino a la persona asociada.
También es necesario aclarar que no puede compararse con lo que hace el doctor Ángel Barman, pues este abona la cuota de casi 2.000 socios de su peculio personal, mientras que FACCMA lo haría con fondos sociales.
De acuerdo a los comentarios escuchados en los corrillos de la calle Pasteur, los directivos de FACCMA pensaban que mediante su campaña se llegarían a asociar entre 2.500 y 3.000 personas, pero que al iniciar su trabajo en las diversas instituciones integrantes de la federación se encontraron que una importante cantidad de sus miembros les dijeron que no les interesa asociarse a la AMIA.
Si bien esto que decimos en el párrafo anterior no pudimos constatarlo, el sólo hecho de que se comente indica que el tema preocupa a ciertos estamentos comunitarios, y por lo tanto es válido preguntarse a quienes beneficia y a quienes perjudica la decisión tomada por la conducción de FACCMA.
El primer y, posiblemente, mayor beneficiado es la AMIA que aumentará su padrón societario con la cuota al día, que recibirá un ingreso que puede ser interesante y que una vez transcurrido el año un porcentaje de esos nuevos miembro continúen asociados.
Los segundos serán los dirigentes de las instituciones sociodeportivas a los que les interesa integrarse a la conducción de las instancias centrales comunitarias, entre las cuales se encuentra la AMIA, pues si bien hasta la última elección tenían participación en las diversas listas electorales, ahora tendrán una masa de asociados que los potenciará a ocupar cargos más relevantes.
Quienes, sin lugar a dudas, se perjudican son los dirigentes de los factores ideológicos tradicionales y posiblemente también varios de aquellos que no hicieron nada por llegar a un acuerdo que permitiera que la Asamblea Electora de la AMIA cumpliera con su función: elegir a los miembros de la Comisión Directiva y a los Revisores de Cuentas de la AMIA luego de la última elección.
Cómo influye está decisión de FACCMA en el Bloque Unido Religioso es otro de los interrogantes. Mientras que unos afirman que no le afectará otros consideran que ha de beneficiarlos pues potenciará a miembros “ortodoxos” que no concurrieron a votar el 10 de abril del 2011, a que lo hagan en la próxima elección.
Para finalizar debemos decir que es la actual conducción la que estatutariamente tiene la potestad de aceptar o no a las personas que deseen asociarse a la AMIA, lo que no es un detalle menor.
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