La lactancia ayuda a sobrevivientes
de cáncer infantil
Las madres que amamantan y que han sobrevivido a un cáncer infantil, pueden comprobar que tienen un efecto positivo en la densidad mineral de sus huesos, en factores de riesgo de sindromes metabólicos, en enfermedades cardiovasculares y en tumores secundarios –condiciones de salud que están afectadas negativamente por el cáncer infantil.
Investigadores del S. Jude Children’s Research Hospital de Memfis, revisaron estudios donde se examinó si las mujeres podían amamantar sin problemas luego de haber pasado por un tratamiento para el cáncer y en qué medida los tratamientos para el cáncer infantil podían afectar la salud de las mujeres en general a largo plazo, y si la lactancia podía reducir tanto el riesgo como el impacto de la toxicidad relacionada con el tratamiento del cáncer en los supervivientes.
“Conjuntamente con la recomendación de comer muchas frutas y vegetales, de abstenerse de fumar y de usar protección para el sol…y de realizar actividades físicas regularmente, las mujeres que han sobrevivido al cáncer y están físicamente en condiciones de amamantar, deben ser enfáticamente alentadas a hacerlo para ayudar a su protección contra los múltiples efectos residuales del tratamiento del cáncer”, concluyeron los investigadores.
Los hallazgos del estudio fueron publicados en el Journal of Cancer Survivorship.
En la actualidad, aproximadamente un 80% de los niños y adolescentes diagnosticados con cáncer infantil pueden sobrevivir, pero muchos de ellos deben afrontar grandes desafíos derivados tanto del cáncer como de su tratamiento. Estos desafíos incluyen problemas en el crecimiento y desarrollo, disfunciones orgánicas, dificultades reproductivas y riesgos de recurrencia del cáncer.
Los antibióticos en la infancia pueden aumentar el riesgo de asma
Los niños que recibieron sólo una dosis de antibióticos antes de los seis meses de edad tienen un 40% más de probabilidades de desarrollar asma o alguna alergia antes de los seis años, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Yale publicado en el American Journal of Epidemiology. Ese riesgo aumenta hasta un 70% en niños que han recibido una segunda ronda de terapéutica con antibióticos.
Los niños que fueron tratados con antibióticos a causa de infecciones respiratorias no formaron parte del estudio para evitar cualquier tipo de relación con enfermedades respiratorias que puedan haber sido precursoras del asma.
Los niños cuyos padres no tuvieron asma eran más propensos aún a contraer dicha enfermedad de haber sido tratados con antibióticos en la infancia.
La exposición temprana a los antibióticos puede provocar la supresión del sistema inmune dejando a los bebés más vulnerables para contraer alergias y asma.
¿Son recomendables los humidificadores?
Los bebés pueden desarrollar problemas respiratorios a causa de las finas partículas emitidas por los humidificadores ultrasónicos debido a que sus pulmones pueden no estar preparados para manejarse con esas partículas químicas, de acuerdo a los médicos de la Universidad de Utah que publicaron las conclusiones de sus investigaciones en la revista Pediatrics. Los pediatras sugieren que los humidificadores pueden ser de utilidad si se limpian correctamente después de cada uso para evitar que se desarrollen bacterias, hongos e impurezas.
El uso de agua destilada también puede ayudar a reducir los depósitos minerales.
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