El próximo 17 de marzo, a las 14.45 hs. se cumplen 20 años del atentado que destruyó la sede diplomática israelí de la ciudad de Buenos Aires.
Ese día y a esa hora del año 1992, una explosión sacudió los edificios del barrio de Retiro, en la Ciudad de Buenos Aires y su estruendo se escuchó a varios kilómetros a la redonda. Se había producido el atentado a la sede de la Embajada del Estado de Israel en la Argentina, sita en Arroyo 910/916, esquina Suipacha, con un saldo estimado de 29 víctimas fatales -de las cuales sólo fueron identificadas 22- y centenares de heridos, judíos y no judíos.
El rescate de los sobrevivientes atrapados en el edificio de la legación diplomática y en el complejo católico San Bernardino, ubicado a su frente por la calle arroyo, como el recupero e identificación de las víctimas fatales comenzó de inmediato, quedando a a cargo de la Corte Suprema de Justicia la investigación de lo ocurrido, pues edificio siniestrado era propiedad de un Estado extranjero.
La versión oficial es que el atentado se produjo cuando una camioneta Ford F100, conducida por un terrorista suicida y cargada con cientos de kilos de material explosivo, impactó contra la entrada de la embajada.
Al avanzarse en la investigación surgió la teoría de que había sido una “implosión”, que la explosión había ocurrido dentro del edificio, con dos variantes: que había estallado un “arsenal” que allí se encontraba o que al estar el lugar en refacciones, los terroristas habían logrado infiltrar dos o tres personas entre los obreros y éstos ingresaron bolsas conteniendo explosivos en lugar de cemento, las cuales se hicieron explotar a distancia o utilizando un “coche-bomba”.
Si bien la teoría de la implosión fue oficialmente desechada, todavía hay quienes la sostienen.
No bien se produjo el atentado se lo adjudicó a terroristas palestinos. Un comunicado distribuido en El Líbano, horas después del atentado, por la Jihad Islámica, que muchos consideraron falso, abonaba la versión del origen fundamentalista islámico. Otro emitido tres días después por Hezbollah, adjudicándose la autoría del hecho, la confirmó, al igual que el descubrimiento de que quienes los vendedores de la F100 habían recibido en pago dólares estadounidenses con un sello de una casa de cambio libanesa.
El atentado habría sido la respuesta a la eliminación, por parte de Israel, del entonces secretario de Hezbollah, Sayed el-Moussaoui, también conocido como Abbas al-Musawi, el 16 de febrero de 1992.
La investigación judicial llegó a la conclusión que el ataque había sido coordinado por Imad Mugniyah, jefe de Operaciones en el Exterior de Hezbollah, y que el responsable político había sido Irán, aunque a nadie se acusó de integrar el imprescindible grupo de apoyo local.
Este año por coincidir el 17 de marzo con Shabat el acto central conmemorativo, a llevarse a cabo en la plaza “Embajada de Israel”, ubicada en el predio donde se encontraba la legación diplomática se realizará el viernes 16 de marzo 14.45 hs., con la presencia especial de autoridades y sobrevivientes del atentado especialmente llegados desde Israel, mientras que luego de Motzei Shabat, el día 17, la juventud judía organizada efectuara otro acto en recordación de lo ocurrido y homenaje a las víctimas.
Finalmente, el lunes 19 de marzo a partir de las 9 hs. se realizara un Seminario sobre Terrorismo Internacional, en la Universidad de Belgrano, con la presencia del experto israelí Ben Dror Yemini.
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