Después de muchos años de restarle intencionalmente importancia, semanas atrás la comunidad jaredí cambió su actitud hacia las “Mujeres Taliban” –mujeres que cubren su cara con mantos aduciendo razones de modestia.
Luego de llegar a la conclusión de que esa modestia femenina era una máscara para cubrir comportamientos bizarros tales como no permitir que sus esposos vieran a sus propias hijas y forzar a que sus hijos contrajeran matrimonio a edades muy tempranas contra su voluntad, la Eidá Jaredit lanzó una guerra contra las “mujeres con velo”.
El lidrezago jaredí considera que las “mujeres taliban” configuran una peligrosa secta que lesiona a las familias en nombre de la religión.
En una reunión especial del Badatz se publicó una solicitada titulada “Kol Koré L’Kedushat Habait b’Isroel”- Sagrado llamado para la Santidad de los hogares de Israel-, en el cual los rabbanim advierten a las mujeres judías que se alejen de los hábitos y las costumbres de las “Mujeres Taliban”.
Una demostración en contra del rabino más afiliado al grupo, Rabbi Aharon Rumpler, un rabino de origen británico que dirige la sinagoga Tehillat Isroel en Gueula, donde una cantidad de “Mujeres Taliban” rezan, se llevó a cabo recientemente si bien sus seguidores desmienten que él respalde a ese grupo.
El fenómeno de las mujeres con velo comenzó a desarrollarse hace algunos años en Ierushalaim y Beit Shemesh. El mismo comprende a decenas de mujeres de la Eidá Jaredit y de baalei teshuvá.
Estas mujeres tienen antiguas y radicalizadas costumbres que fueron mantenidas desde hace décadas por mujeres de la Eidá, la de envolver su cuello y su pecho con un manto grueso.
Algunos de los miembros del grupo les están imponiendo también a sus hijas menores estrictos códigos de vestimenta, y se niegan a enviar a sus hijos a escuelas que no permiten esa forma de vestido.
La gota que colmó el vaso y que dio inicio a la batalla tuvo que ver con una mujer que prefirió dar a luz en su casa en vez de ir al hospital aduciendo “razones de modestia”. Ella no quería cambiar de parecer por nada del mundo aún cuando la vida de su bebé estaba en peligro luego de haber sufrido complicaciones en el parto. Un paramédico llevó de urgencia al niño al hospital.
En otro incidente dos mujeres decidieron hacer un shiduj entre sus hijos –un niño de 16 años y una joven de 23 años – sin informar a los respectivos padres. Las mujeres llevaron a cabo la boda en contra la voluntad del novio menor de edad, quien como resultado pidió el divorcio de su esposa poco tiempo después. Al rehusarse la mujer a aceptar el divorcio, el joven decidió casarse con otra mujer más joven utilizando un heter meah rabbonim. El escandaloso acto de matrimonios clandestinos y del mal uso del heter meah rabbonim, escandalizó a la Eidá Jaredit y apresuró una actuación de su parte.
Rabbi Rumpler fue obligado varias veces a declarar que él se opone al fenómeno, pero nunca pudo lograr que lo hiciera. Los seguidores del rav explican que si lo hiciera la gente lo acusaría de ser culpable. Ellos explican que el hecho de que ni su mujer ni su hija se vistan de esa forma es prueba de que él ni está afiliado ni se identifica con el grupo.
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