El pasado 28 de diciembre se inició en la República de Chile un importante incendio en el Parque Nacional Torres del Paine, que al momento de escribirse este comentario habría afectado a más de 14.000 hectáreas de bosques.
De acuerdo a las informaciones periodísticas el incendio se habría iniciado por la falta de cuidado de un joven turista israelí, asumiendo en pocas horas una magnitud que los equipos de bomberos no pudieron controlar.
Si bien el joven israelí, Rotem Singer, niega toda responsabilidad, el resultado de las primeras investigaciones realizadas lo culparían. Este hecho generó que dos legisladores chilenos expresaran opiniones relacionando al Estado de Israel con el desastre forestal.
Uno de los legisladores es el diputado Fuad Chahin, quien también es vicepresidente del partído Democracia Cristiana, y en su cuenta de Twiter escribió “Apostaría que el ‘turista’ israelí que causó incendio en Torres del Paine es de aquellos enviados por su Estado luego de matar niños palestinos”.
El restante es el senador Eugenio Tuma, del Partido por la Democracia, y presidente de Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Chile, quien manifestó “Al país entran por miles los israelí como Pedro por su casa y nadie les dice nada, pero cuando hay una responsabilidad, un daño ecológico como el que hay, sin duda que si son destacamentos financiados por el Estado de Israel debería el Estado de Israel hacerse cargo de cómo reparamos nuestro patrimonio”.
Ambas opiniones fueron inmediatamente respondidas por la máxima dirigencia de la Comunidad Judía de Chile, emitiendo un comunicado firmado por Shai Agosin y Hernán Fischman – presidente y vicepresidente de la institución respectivamente – que en sus párrafos más destacados, según lo difundido por la Agencia Judía de Noticias-AJN, luego de manifestar su estupor por tener “una característica común: atribuyen al Estado de Israel la responsabilidad de lo sucedido y cada uno en su forma plantea la existencia de un complot israelí para el uso militar de la Patagonia”, afirma “Si no fuere por la calidad que invisten ambas personas, ellas no pasarían de ser una anécdota propia de los antisemitas de siempre, aquellos que ven en todo lo que suene a judío una amenaza, pero la circunstancia de que ambos utilicen su carácter de representantes de toda la ciudadanía para con infundios de esa naturaleza trasladar el conflicto de Medio Oriente a Chile nos parece gravísimo, más aún cuando provienen del vocero del Senado de la República en materia de política exterior y del vicepresidente de un importante partido”, para concluir “No es la primera vez que esto sucede, esperamos que esta vez las instituciones involucradas algo digan y no se hagan cómplices por omisión de estos dichos”
También expresaron su preocupación por los dichos de los legisladores chilenos el Congreso Judío Latinoamericano, el Centro Simon Wiesenthal y la Anti-Defamation League – ADL (Liga Anti Difamación) de los Estados Unidos.
En la República de Chile, el diputado Ramón Farías, del Partido por la Democracia (PPD) y presidente del Grupo Interparlamentario Chileno-Israelí, no solo rechazó las declaraciones de Fuad Chahin y Eugenio Tuma, sino que a la vez solicitó que el gobierno de su país agilice el tratamiento del proyecto de ley antidiscriminatoria aprobado por el Senado y en consideración de la Cámara de Diputados chilena.
El gobierno israelí ofreció, a su par chileno, la ayuda y colaboración necesaria para la represtación de las zonas afectadas por el incendio, pero negando cualquier tipo de responsabilidad sobre lo ocurrido.
Por su parte el presidente de la Comunidad Judía de Chile, Shai Agosin, informó a los medios que la institución está evaluando presentar una queja formal al Comité Internacional de los Derechos Humanos por los dicho de los dos parlamentarios, que tienen un evidente carácter antisemita
Fuentes: AJN, El Mercurio on line, Terra.
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