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Luego de un año gregoriano, el 2011, sumamente complicado en lo referente a la política interna comunitaria, el que se iniciará dentro de pocos días posiblemente no lo sea menos, con un agravante, la influencia de la situación económica en los miembros de la comunidad que lógicamente influirá en la marcha de las instituciones y, esperemos que no, en la necesidad de implementar programas especiales de ayuda social.
Como a esto se le debe sumar la necesidad de enfrentar el aumento del antisemitismo, el negacionismo de la Shoá, el antisionismo y la deslegitimación del Estado de Israel, no nos cabe duda que el 2012 será un año gregoriano de gran actividad para los dirigentes involucrados en la conducción de las instancias centrales comunitarias.
En base a esto hemos de analizar los diversos panoramas posibles, haciendo desde ya una salvedad: si bien en ciertos casos ya se mencionan posibles precandidatos a ocupar algunos cargos relevantes en la conducción comunitaria, no los identificaremos pues – a nuestro entender – todavía falta mucho tiempo para el momento de las definiciones y no deseamos que nuestro análisis se interprete como apoyando a unos en detrimento de otros.
Asociación Mutual Israelita Argentina – AMIA
Luego de que la Comisión Directiva de la institución aceptará el pedido de más de 30 representantes de socios de que se convocara a la Asamblea para considerar que se llame a nuevas elecciones, y se fijara la fecha de la misma para el 29 de marzo venidero, se presumió que hasta los días previos decrecería la actividad de quienes están actuando en las diversas corrientes de opinión respecto a la futura conducción de la AMIA.
Pero no fue así, pues como informáramos en nuestra edición anterior continuaron las declaraciones periodísticas, en cierto casos con un nivel de rispidez superior a lo que se había escuchado hasta ese momento, sumándose en estas dos semanas acusaciones ya de tipo personal, que hacen pensar que es muy difícil, por no decir imposible, el desarrollo de negociaciones para salir del actual atolladero.
Tanto es así que en más de un corrillo se escuchó que como la Asamblea de 29 de marzo era solicitada por quienes se habían negado a dar quórum en las últimas sesiones de la Asamblea Electora, en esa fecha no se presentarían a firmar el libro de asistencia aquellos que si lo hicieron en las fracasadas asambleas.
Otra versión, en este caso corroborada por declaraciones de algunos de los máximos dirigentes que hoy conducen la institución, es que de aprobarse el llamado a nuevas elecciones, las mismas recién podrían realizarse a fines de julio o principios de agosto del 2012.
Si el 29 de marzo la Asamblea no puede sesionar por falta de quórum, y debería volver a convocársela, este proceso se alargaría en el tiempo y podría llegarse al 2013.
Como la política interna de la AMIA siempre da sorpresas, en los últimos días comenzó a circular que - pese a los enfrentamientos verbales producidos - se existirían conversaciones entre dirigentes de Acción Plural y el Bloque Unido Religioso a fin de acordar que las próximas elecciones se efectúen en abril del 2013, y que los electos en la misma tengan mandato por tres años, con lo que se prolongaría en dos años el actual mandato de la Comisión Directiva que debió culminar su función en mayo pasado y se acortaría en 12 meses el de los representantes de socios electos en abril del 2010.
Un experimentado dirigente, que hace unos años presidió uno de los principales factores ideológicos comunitarios, era muy escéptico sobre el futuro, pues según su interpretación se marcha hacia una división de la comunidad, pues considera que mientras un sector gobernará la AMIA, aquellos que sean derrotados decidirán constituir una nueva comunidad que posea su propio cementerio. Para este dirigente esto puede producirse luego de la próxima elección o luego de la siguiente, y que es un proceso imposible de evitar.
Sin ser tan pesimistas respecto a la continuidad de la unidad comunitaria, es obligatorio reconocer – como ya lo hicimos repetidamente – que el peligro de la división es una posibilidad real.
Organización Sionista Argentina – OSA
La federación sionista local, la OSA, también debe renovar sus autoridades durante el año 2012, y al momento de escribirse el presente comentario se sabe que la fecha en que deberían efectuarse las correspondientes elección esta fijada para fines de mayo venidero.
Si bien la elección de autoridades de esta institución desde hace décadas no tiene la preponderancia de lo que ocurre en la AMIA y la DAIA, la situación que atraviesa la Agencia Judía con recorte de sus presupuestos, le otorga a la actividad del Movimiento Sionista Mundial una relevancia que no tenía en el pasado.
También, debemos reconocerlo, en nuestra propia comunidad se han producido cambios importantes, pues mientras que hace algunas décadas el presidir la OSA era la antesala de presidir la AMIA – Oscar Hansman y Abraham Kaul, la presidían cuando fueron electos presidente de la AMIA – actualmente la situación es distinta y la comunidad cuenta con una dirigencia, joven en la mayoría de los casos, interesada exclusivamente en ocupar cargos de conducción de la OSA.
Este hecho hizo que la institución dejara de ser solamente la responsable de organizar el acto celebrando Iom Haatzmaut y de acompañar a la AMIA y a la DAIA en la firma de ciertas declaraciones para desarrollar una actividad propia, de las que hace pocas semanas tuvimos dos ejemplos, la colaboración que prestó a la organización del Seminario Internacional sobre Antisemitismo que se efectuó en Buenos Aires y el acto llevado a cabo en el Teatro Coliseo para recibir a las máximas autoridades del Movimiento Sionista Mundial que visitaron Buenos Aires.
Hoy la OSA es la única de las instancias centrales comunitarias presidida por un dirigente perteneciente al factor ideológico sionista Avodá y debido a que su actual presidente, el ingeniero Manuel Junowicz, anunció públicamente que no sería candidato a la reelección, del seno de ese movimiento ha trascendido que son tres los precandidatos a sucederlo.
También se sabe que uno de sus ex presidentes tiene intención de volver a ocupar la máxima conducción de la OSA, y que ciertos dirigentes jóvenes de otros factores ideológicos y/o movimientos políticos internos de la comunidad están encaminados a postularse para ese cargo.
Esta situación, inédita en cierto sentido, hace presumir que en esta oportunidad en lugar de consensuarse la integración de la próxima comisión directiva, como ocurrió en las últimas renovaciones de autoridades, pueda ser necesario realizar el acto electoral en el que los afiliados a la OSA elijan mediante su voto quien será el próximo presidente de la institución.
Delegación de Asociaciones Israelitas Argentina – DAIA
A fines de noviembre 2012 culmina el mandato de las autoridades de la DAIA, y como ya es tradicional desde mediados del año se inicia lo que se denomina la “campaña electoral”, que teniendo en cuenta la particularidad de la institución, los que votan son las instituciones adheridas y la Filiales DAIA del interior del país, en base a lo que deciden sus conducciones.
Recordamos a nuestros lectores que existe una escala de votos que le corresponde a cada institución en base a la cantidad de miembros que cada una declara poseer, y por la que se le establece la cuota de afiliación que deben abonar a la DAIA; la Filiales solo tienen asignado un voto, pero generalmente en una reunión previa a la Asamblea electora deciden en conjunto por quienes votar.
Debido a esto los candidatos, o sus equipos de apoyo, lo que hacen es mantener reuniones con los directivos institucionales a fin de conseguir su apoyo, y por lo tanto el voto, o los votos, de las diversas instituciones.
Este proceso para conseguir los apoyos, hasta la modificación del Estatuto de la DAIA el corriente año, generaba cierto tipo de negociaciones que implican que la institución que se comprometía en votar a cierto candidato a presidente solicitaba que este promoviera que se votara a cierto dirigente de la institución para algún cargo de la Comisión Directiva de la DAIA.
A partir de la reforma del Estatuto, que por primera vez entrará en vigencia en la próxima elección, se estableció que los cargos de presidente, vicepresidente primero, secretario general y tesorero, se votaran en conjunto, es decir que las instituciones sufragarán por una lista de candidatos para esos cargos.
Otras de las modificaciones introducidas, y que por primera vez se aplicará en una elección de autoridades de la DAIA es que no podrán ocupar la presidencia, las vicepresidencias - primera, segunda y tercera – la secretaria general y la tesorería, quienes ejerzan cargos iguales o similar nivel en otras instituciones comunitarias.
Pese a que para el inició formal de la “campaña electoral” faltan unos 6 meses, desde hace unos meses comenzaron a mencionarse posibles candidatos a la presidencia, situación seguramente incentivada por el hecho de que el actual presidente de la DAIA, Aldo Donzis, no pueda aspirar a la reelección pues a fines de noviembre 2012 cumplirá dos períodos consecutivos al frente de la institución, límite máximo que establece el Estatuto vigente.
El sentido de que haya dirigentes que ya estén apoyando y/o promoviendo candidaturas debe entenderse no sólo como el intento de “golpear primero para golpear dos veces”, como dice el dicho popular, sino como una manera de evidenciar que para algunos el modelo de la conducción Donzis debe continuar y que para otros tiene que modificarse y que la única manera de hacerlo es mediante la promoción del dirigente que consideran capacitado para hacerlo.
En diversos momentos, y nos imaginamos que surgirá nuevamente cuando se acerque la fecha de la próxima Asamblea electoral de la DAIA, se escucharon opiniones de que las comisiones directivas de las instituciones adheridas consulten a sus asociados respecto a quienes votar para presidente. Hasta el presente fueron sólo expresiones de deseo y todo hace pensar que seguirán siéndolo.
Situación económica
Si bien todos los aspectos que influenciarán en la actividad de las instancias centrales comunitarias mencionadas al principio de la presente nota son importantes, nos detendremos sólo en uno, el económico debido a que los anuncios oficiales sobre el quite o reducción de subsidios a los servicios públicos generó una sensación muy especial de intranquilidad en un amplio sector de la población del país, en la cual se encuentran gran parte de los judíos institucionalizados.
Aunque el efecto de esas medidas seguramente no tendrá el impacto de la crisis desatada en el 2001/2002, ni sus consecuencias; en la memoria colectiva lo ocurrido está muy presente y no es descabellado pensar que más de un miembro de la comunidad verá mermada su posibilidad de colaborar económicamente con las instituciones comunitarias judías, pero tampoco que muchos de aquellos a los que las medidas no les influirán en gran manera, por precaución también limiten sus aportes.
Lo que estamos comentando afectará a las tres instancias centrales, pero no dudamos que será la AMIA la que mayor la sufra, y que al prolongarse el proceso para elegir sus nuevas autoridades puede ser parte de las campañas electorales para una próxima elección, y - en cierta medida -influir en como los asociados puedan decidir su voto.
En el caso de la DAIA puede llegar a influir en las cuotas que deben realizar las instituciones adheridas, pues al mermarle sus ingresos plantearán abonar un valore menor al establecido; también en los aportes (donaciones) individuales y en sponsoreo de actividades y medios que lleva a cabo tanto la DAIA y su Centro de Estudios Sociales – CES.
En la OSA lo que puede llegar a ocurrir es que se suspendan alguna actividades y no se desarrollen nuevos proyectos si no se cuenta con los fondos necesarios para mantenerlas.
Pero a la vez las tres instancias, como quienes sean sus candidatos a los principales cargos de conducción deberán plantearle a quienes han de apoyarlos, con su voto, que harán para enfrentar las posibilidades que hemos enumerado y también para lograr que nuevos aportantes se sumen a los existentes.
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