|
Desde nuestro comentario anterior no fue mucho lo que ocurrió respecto a la situación planteada por el hecho de que la Asamblea Electora, por falta de quórum en tres oportunidades, no pudiera designar a los integrantes de la Comisión Directiva y a los Revisores de Cuentas de la AMIA, si bien las autoridades de la institución tomaron una decisión trascendente.
Lo que pasó
La Comisión Directiva de la AMIA resolvió aceptar el pedido de los representantes de asociados que el 28 de octubre presentaron, de acuerdo al artículo 66 del Estatuto Vigente, para solicitar que se convoque a una Asamblea Extraordinaria cuyo único punto del Orden del Día, fuera de los formales, sea la convocatoria a nuevas elecciones.
Esto se resolvió en la sesión del pasado día 24 de noviembre, es decir que casi sobre la final del plazo que establece el artículo 66, teniendo en cuenta el fin de semana y que el lunes 27 es feriado.
Pero este hecho, implica - además – que habiendo fracasado la sesión de la Asamblea Electora el 8 de noviembre, transcurrieron 16 días desde ese momento, un plazo en el que aparentemente se produjo un hecho – según los trascendidos – para nada agradable: que uno o más socios de la institución se habrían presentado en el órgano de contralor oficial de la mutuales, el INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social) para consultar sobre la situación legal que atraviesa la AMIA.
Estos trascendidos, como es lógico, no fueron confirmados oficialmente, pero el sólo hecho de que hayan circulado es un dato que – a nuestro entender – indica que la actual situación de indefinición para la designación de la Comisión Directiva de la AMIA ya no sólo trascendió a los medios periodísticos nacionales sino que habría socios que estarían dispuestos a que intervenga el organismo de control estatal para resolverlo.
Por otra parte, la resolución de la Comisión Directiva de convocar a una Asamblea Extraordinaria para que decida si se realizan nuevas elecciones, incluyó la fecha de la convocatoria, la que fue informada oficialmente el viernes 25 de noviembre por medio de una comunicación firmada por el presidente y el secretario general de la AMIA, Guillermo Borger y Julio Schlosser, que trascribimos a continuación:
AMIA – Comunicado Oficial
AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina) informa a sus asociados que el día jueves 24 de noviembre de 2011, se llevó a cabo una reunión de Comisión Directiva en respuesta a una solicitud presentada formalmente por un grupo de Asambleístas, en la que se proponía realizar a una Asamblea Extraordinaria para un nuevo llamado a elecciones.
En ese sentido y de acuerdo a lo planteado en el Artículo 66 de los Estatutos y Reglamentos de la institución, se decidió por unanimidad convocar a una Asamblea Extraordinaria para el 29 de marzo de 2012.
El único punto del Orden del Día será la puesta en consideración de la posibilidad de efectuar un llamado a nuevas elecciones para la renovación de autoridades.
Guillermo Borger - Presidente
Julio Schlosser - Secretario General
A simple vista se desprende que han de transcurrir cuatro meses entre el momento en que se tomó la resolución de convocar a Asamblea Extraordinario y el establecido para que la misma sesione.
Si bien no estuvimos presentes – las sesiones de la Comisión Directiva de la AMIA no son públicas – miembros de nuestra redacción consultaron a algunos de los directivos presentes, sobre el porque de la fecha elegida.
Esos directivo nos dijeron que cuando hubo que decidir la fecha de la convocatoria, el directivo que de alguna manera representaba a los que representantes de asociados que presentaron la nota solicitándola propuso un día de mediados de marzo, aduciendo que había que dejar pasar los meses de enero y febrero por ser los que son utilizados para tomarse “vacaciones”, a lo que un miembro del BUR (Bloque Unido Religioso) propuso que se efectuara en abril, debido a que las familias “datim” salen de vacaciones en marzo.
El nuevo proceso electoral
Suponiendo que el 29 de marzo la Asamblea pueda sesionar, es decir que tenga quórum, y decida que se debe “efectuar un llamado a nuevas elecciones para la renovación de autoridades”, recién a partir de ese momento se iniciará el proceso previo necesario para un acto electoral en la AMIA: establecer la fecha de la elección, confección del padrón de los socios que podrán votar, la fecha en la cual deberán ser oficializadas las listas electorales y presentados los correspondientes avales; los lugares en donde se instalarán las mesas electorales, etc.
Ese proceso es casi seguro que insumirá cera de 60 días hábiles, pero teniendo en cuenta que al anochecer del viernes 6 de abril comienza la celebración de Pesaj, que culmina el sábado 14 de; que días después se conmemora primero Iom Hashoá y luego Iom Hazicaron y se celebra Iom Haatzmaut, es previsible que la elección deba realizarse a fines de junio o principios de julio.
Una vez conocido el resultado tendrá que sesionar la Asamblea Electora para designar a los miembros de la Comisión Directiva y a los Revisores de Cuentas, lo que tradicionalmente ocurre uno 20 días luego del acto electoral; por lo que los designados asumirían sus cargos unos días después.
Teniendo en cuenta toda esta secuencia, es válido presumir que aproximadamente a fines de julio o principios de agosto se efectuaría el acto de asunción de las nuevas autoridades.
Lo que no puede descartarse
En base a lo ocurrido en estos últimos meses, por un lado no puede descartarse que la Asamblea Extraordinaria no pueda sesionar por falta de quórum.
Otra posibilidad es que sesione, apruebe el llamado a nuevas elecciones, se lleve a cabo todo el proceso preelectoral, se efectúe el acto electoral y que el resultado sea parecido al producido el 10 de abril pasado, en donde la paridad de los dos grandes grupos se mantenga y nuevamente surjan las dificultadas que se han producido hasta el presente: el desconocimiento que la presidencia le corresponde a un dirigente de la primera minoría.
También podría llegar a ocurrir que la Asamblea Extraordinaria sesione pero no apruebe el llamado a nuevas elecciones.
Hace unos cuantos años, había una serie televisiva que planteaba que todo era posible “en la dimensión desconocida”. A partir del resultado electoral del pasado 10 de abril, en lo institucional, la AMIA esta atravesando una situación no prevista en su Estatuto social, pues quienes lo redactaron hace más de sesenta años no previeron que pudiera darse una situación como la actual, y consecuentemente no legislaron al respecto.
Consideramos que es responsabilidad de la dirigencia involucrada en el quehacer político interno de la AMIA encontrar la manera de salir de esta indefinición, y el llamado a nuevas elecciones puede serlo, pero consideramos que es nuestra obligación afirmar que para ello nada ayudan ciertos mensajes que se vienen escuchando, que - además de ser discriminatorios con respecto a los asociados de la AMIA que son observantes raigales de las mitzvot - plantean una división tajante de la comunidad entre judíos raigales y no raigales, una dimensión desconocida hasta el presente, que – a nuestro parecer – pone en peligro la continuidad de la institución.
|
|
|
