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Cientos de personas danzaron y celebraron en las calles de Mea Shearim en Jerusalem el regreso triunfante de Yoel Zev Goldstein luego de haber pasado un juicio en la corte de Japón.
El Rabino Shmuel Wosner anunció que, en deferencia a Yaacov Iosef Grunwald, quien aún se encuentra detenido en Japón, no iba a haber festejos oficiales. Pero los amigos y los vecinos se reunieron espontáneamente a celebrar, bailando frente al balcón en el que se encontraban Yoel Zev y su padre.
Aunque había rumores desde días atrás respecto a la liberación de Yoel Zev de la cárcel japonesa, hasta que el avión en el cual viajaba levantó vuelo nadie pudo respirar con tranquilidad.
“Por fin estoy fuera de Japón”, dijo Yoel Zev con alivio cuando el avión despegó.
Yoel Zev llegó en el mismo avión y al mismo aeropuerto desde el que había salido rumbo a Japón tres años y cinco meses atrás. El fue arrestado junto con otros dos amigos cuando decubrieron que había droga en sus valijas al tratar de ingresar a Japón, en Abril de 2008.
El Rabino Nezri, quien acompañó a Yoel Zev a Eretz Israel, y supervisó el caso hasta su terminación, declaró emocionado: “No puedo creerlo, todo el tiempo me pregunto si es realidad”.
El procedimiento por el cual fue liberado de la cárcel fue el de la deportación ordenada por la policía de migraciones japonesa, que al mismo tiempo le prohibe regresar por el término de cinco años.
El fiscal declaró, no obstante, que apelaría el retiro de los cargos que permitió que le devolvieran el pasaporte para salir del país.
Rabi Nezri dijo que en Japón los fiscales evitan por lo general apelar los veredictos. Masanori Hadoko, el juez de distrito que dio el veredicto de inocencia, cuenta con una reputación de suma importancia que lo coloca entre la elite de los jueces del país.
Se espera que Yaacov Iosef Grunwald sea trasladado a Israel para cumplir su sentencia de seis años de prisión en las próximas semanas. Israel ya dio respuesta al Ministerio de Justicia de Japón respecto a donde y en qué condiciones se llevaría a cabo la misma. Sin embargo, las autoridades penitenciarias de Japón aún no han firmado el convenio.
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