Dejando de lado todas las consideraciones políticas, es bueno que entendamos el lugar que ocupa Jebrón en el pensamiento judío.
La Torá nos presenta a Jebrón en la parashá de esta semana, Jaié Sará. La parashá comienza con la descripción del entierro de Sará. Abraham, queriendo encontrar un lugar para enterrar a su esposa, se acercó a los Hititas, pidiendo un lugar en especial - la cueva de Majpelá. Después de una negociación onerosa con un hombre llamado Efrón, Abraham compra la tierra a un precio muy alto y entierra a Sará allí.
En los versículos subsecuentes, la Torá se desvía de su camino para mencionar que la tumba de Sará no es simplemente la Cueva de Majpelá, sino que está ubicada también en la ciudad de Jebrón, a la cual la Torá también la llama “Kiriat Arbá”. Dos preguntas surgen de esto: ¿Por qué es que Abraham escogió Majpelá como un lugar de entierro? ¿Por qué Jebrón tiene el nombre adicional de Kiriat Arbá?
El Midrash explica que Kiriat Arbá significa “la Ciudad de los Cuatro”, porque cuatro parejas - Adam y Javá, Sará y Abraham, Itzjak y Rivká, Iaacov y Leá - eventualmente serían enterrados allí. Muchos de los comentaristas explican que puesto que Adam y Javá fueron enterrados en Majpelá, Abraham quería que su familia sea enterrada allí.
Más allá de su significado por ser el lugar de entierro de las parejas bíblicas más famosas, hay otros importantes elementos que hacen que Jebrón tenga un lugar importante en la tradición judía.
De acuerdo a una enseñanza cabalística, Jebrón - cuya raíz en hebreo “Jaber” significa “conectar” - es visto como el lugar en la tierra que conecta el mundo físico con el mundo espiritual. De hecho, en la literatura mística judía, el viaje que se dice que hace el alma cuando pasa de este mundo al otro (y como muchas personas han descripto en experiencias de casi muerte) es llamado “el viaje a través de la cueva de Majpelá”.
Rabenu Bejaié agrega que Jebrón es el lugar que conecta este mundo con “la Ciudad de los Cuatro” - una ciudad espiritual en el cielo llamada “Jerusalem” - de la cual se dice que posee cuatro niveles de kedushá. En la ciudad sagrada en los cielos, el alma finalmente se conecta (jebrón) con D’os.
Jebrón aparece también en dos importantes relatos bíblicos. En la historia de los 12 espías enviados por Moshé para explorar la tierra de Quenaan, Jebrón es dado como un regalo especial a Caleb, quien solo, junto a Iehoshúa, mantuvieron su lealtad a D’os.
Más aún, es en Jebrón que el rey David comenzó su reinado, gobernando allí por siete años antes de hacer a Jerusalem la capital judía permanente.
Observando todos estos significados históricos, no es sorprendente que Jebrón sea reverenciada como una de las “cuatro ciudades sagradas” de Israel.
Más allá de la política de cada uno, el significado de Jebrón en la tradición judía hace tiempo que existe, y no debe ser olvidado en el remolino político que la ha envuelto.
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