Cien mil personas asistieron a la levayá de uno de los más grandes Roshei Ieshivá de nuestra generación quien fuera responsable de que muchos miles de estudiantes de la ieshivá de bojurim y del kollel yunguerleit se abocaran al estudio de la Torá.
Las calles de Ierushalaim se cubrieron totalmente de gente y resultaba imposible transitar por ellas en tanto que cientos de policías y decenas de ambulancias acompañaban a los miles de dolientes que se acercaban para presentar sus respetos a R’ Noson Tzvi Finkel, zt”l, quien era Rosh Ieshivá de las Ieshivot de Mir en Jerusalem, y que había fallecido la noche anterior a la edad de 69 años a causa de un repentino ataque cardíaco.
Los comercios en Jerusalem cerraron sus puertas y tanto el Rabino Sholom Iosef Elyashiv como el Rabino Aryeh Leib Shteinman instruyeron a todos los alumnos de Torá de ieshivot y kolelim de Jerusalem para que fueran a acompañar la levayá que tuvo lugar en el barrio de Beit Israel, sitio donde se encuentra la Yeshivá de Mir, la más grande de Israel, y según algunos, quizás la más grande del mundo.
Desde horas muy tempranas se reunió mucha gente en las calles de Beit Israel quienes con gran dolor trataban de sobreponerse a la pérdida de un Gadol Hador (un Grande de su Generación), cuyas palabras de Torá habían inspirado a incontables seguidores.
El Rosh Ieshivá fue trasladado hasta la Ieshivá desde donde comenzó la levayá con el rezo de Tehilim dicho con voz quebrada por el Rabino Shmuel Iaakov Borenstein, Rosh Ieshivá de la Ieshivá Kirvat Melej y amigo de larga data y muy cercano del difunto Rosh Ieshivá.
En sus palabras de despedida dijo el Rabino Aryeh Leib Shteinman: “Mientras nosotros aquí nos sentimos dolidos, en los Cielos hay una gran alegría por recibir a un alma tan limpia y pura de un judío que literalmente dedicó su vida entera a la Torá”.
Asimismo, R’ Shteinman anunció que el cargo de Rosh Ieshivá de Mir sería transferido al mayor de los hijos del Rabino Noson Tzvi, R’ Leizer Yehuda Finkel.
Luego de la devastación de Europa producida por el holocausto nazi, la Mirrer Yeshivá se trasladó provisoriamente a Shangai, China. En 1947, Reb Leizer Yudel Finkel z”l fundó en Jerusalem una rama de la ieshivá que con el tiempo crecería de manera exponencial.
Rav Leizer Yudel falleció en 1965 y su hijo, Reb Beinish Finkel tomó a su cargo, junto con Rav Jaim Shmuelevitch, la dirección de la Ieshivá. Al fallecer Rav Beinish en 1990, tomó su lugar como Rosh Ieshivá el Rabino Noson Tzvi Finkel, quien condujo un destacado período de desarrollo de la misma.
Rav Leizer Yehuda con gran emoción se refirió a su padre diciendo: “Tú fuiste el padre de miles, y viviste bajo presiones que estaban mucho más allá de lo que es normal en el mundo. Tú no tenías un cuerpo, ni siquiera una imagen de un cuerpo, puesto que todo en ti era completamente sagrado. Oh, padre! Abre las puertas del Cielo para que Hashem traiga un fin a todas nuestras penurias y reconstruya el Beit Hamikdash”.
Su mesirut nefesh en la difusión de la Torá, y su constante amor hacia la misma es algo poco común. El cerraba la puerta y se quedaba estudiando con un bajur hasta altas horas de la noche, fueran las 2 o las 4 de la madrugada, y luego seguía estudiando con otro alumno. El se pasaba todo el día viernes incluso hasta la llegada del Shabat inmerso en su lectura.
La procesión atravesó las calles de Jerusalem mientras sobrevolaban helicópteros acompañándola hasta su llegada al Beit Olam en Har Menujot.
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