En la sede del Museo del Holocausto de Buenos Aires, esta institución junto con la DAIA y B’nai B’rith Argentina conmemoraron el 73º aniversario de la Kristallnacht (Noche de los Cristales Rotos) primer pogron antijudío del régimen nazi ocurrido en la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938,
El doctor José Menascé, luego de recordar que durante la Kristallnacht se saquearon y destruyeron más de 7.000 comercios de judíos, se incendiaron casi todas las sinagogas de Alemania, se profanaron los cementerios judíos, fueron asesinados casi 200 judíos y 30.000 fueron detenidos y enviados a campos de concentración, luego de lo cual se impuso una multa a la comunidad judía de mil millones de marcos del Reich, afirmó que “El progrom de La Noche de los Cristales Rotos siguió a numerosas medidas persecutorias contra el judaísmo alemán: boycot a comercios judíos, prohibición de la mataza ritual (shejita), las siniestras leyes de Nuremberg que fueron aplicadas y despojaron de su ciudadanía y derechos a los judíos y la expulsión de 17.000 judíos polacos que habían perdido su nacionalidad por comparecer a renovar su pasaporte polaco, una especie de trampa para poder desplazarlos de la Alemania nazi. El régimen nazi había resuelto dar un escarmiento a los judíos y al mismo tiempo verificar cual sería la reacción de la sociedad alemana y del mundo exterior. (…) Junto con los cristales quebrados se quebró la riqueza cultural y religiosa, la creatividad intelectual, la excelencia académica de un judaísmo vibrante, innovador al mismo tiempo custodio y trasmisor de nuestros valores (…) ¿Cual fue la reacción del pueblo alemán?, salvo honrosas excepciones la inmensa mayoría permaneció en silencio o colaboró activamente contra sus compatriotas judíos. Y ¿el mundo exterior, se aliviaron acaso las restricciones a la inmigración a judíos perseguidos? La respuesta es no, hubo expresiones de protesta por la Kristallnacht, voces de condena pero los brazos permanecieron cerrados, abandonando a nuestros hermanos a su destino trágico. Nos reunimos hoy para recordar los hechos ocurridos, para honrar a nuestros mártires, para rendir tributo a la comunidad judía alemana, de origen alemán, muchos de cuyos hijos llegaron a estas tierras salvándose del horror y decididos a construir una nueva vida. También nos reunimos hoy para formular advertencias, para alertar a propios y extraños, para despertar conciencias dormidas, para denunciar a aquellos que desde distintos ámbitos y distintos idiomas pretenden emular las palabras de odio que llevaron al exterminio de seis millones de nuestros hermanos”
El siguiente orador fue el presidente de la DAIA, Aldo Donzis, quien entre otros conceptos “En esas hordas que atacaron el 9 de noviembre de 1938 muchos eran ciudadanos comunes y muchos eran del partido nazi, pero que perfectamente organizados produjeron en toda Alemania desmanes y han desparramado el horror y los asesinatos (…) Había comenzado la Shoá y el mundo no quiso escuchar, no quiso ver, no quiso entender (…) Por eso este acto de recordación es un homenaje a las víctimas, a los sobrevivientes, a nuestros padres, a nuestros hijos, a nuestros abuelos, a nuestros nietos, al futuro de nuestros niños y a los niños del futuro. Y en este sentido es que nosotros, la DAIA y toda la comunidad va seguir para que nunca nadie, jamás, pretenda seguir negando aquello que ocurrió o que quieran destruir un estado o destruir un pueblo, a una familia o a un solo hombre, ni pretendas destruir los sueños de los niños del futuro, para preservar la paz, pero por sobre todas las cosas para dignificar la vida”.
Santiago Kuperwajs, vicepresidente en ejercicio de la presidencia de B’nai B’rith Argentina, manifestó “Bajo operativo de Kresitallnach los nazis encubrieron una operación metódicamente preparada para demostrar al mundo los designios de sus leyes raciales sancionadas cinco años antes. (…) Para entonces la B’nai B’rith de Alemania, una antigua institución con más de cien años de existencia y más de cien mil miembros desarrollaba una importante acción social, con jardines de infantes, escuelas, orfanatos e instituciones médicas y asistenciales, había sido prohibida, sus bienes confiscados y sus líderes detenidos (…) El mundo calló y luego de los nefastos hechos de la noche de los cristales rotos siguió en silencio, indiferente al destino de los judíos, su suerte estaba sellada en Alemania y en el resto de Europa. Hoy recordamos estos hechos que dieron inició a la Shoá. Que la memoria nos acompañe por siempre para poder enfrentarnos contra todo signo de totalitarismo y fomentar la convivencia pacífica. (…) B’nai B’rith Argentina se encuentra empeñada decididamente en mantener, sin descanso, la lucha contra la intolerancia, la discriminación, el antisemitismo, la xenofobia, que sólo será posible a través de la educación y el desarrollo cultural de nuestra sociedad. Esta es nuestra sagrada misión”.
A continuación se encendieron seis velas en recordación de los seis millones de judíos asesinados durante la Shoá, se les rindió homenaje con un minuto de silencio y se entonó las oraciones Kel Male Rajamín y el Izkor en su memoria.
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