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Nuevamente, por tercera vez en el término de 6 meses, la Asamblea Electora de la AMIA, integrada por los representantes de socios electos el pasado 10 de abril, no pudo cumplir con su cometido: designar - entre sus miembros – a los integrantes de la Comisión Directiva y a los Revisores de Cuentas de la institución.
El motivo, como en las dos ocasiones anteriores fue la falta de quórum para poder sesionar, lo que - además de ser un hecho nunca acaecido con anterioridad – abre diversas posibilidades futuras. Pero antes de centrarnos en ellas, consideramos conveniente relatar cronológicamente los hechos ocurridos en estos últimos días.
Sucesión de hechos
La división de la lista Nº 2, denominada Frente Comunitario, que participó en la elección, que comentamos oportunamente se profundizo, pues Avodá y los dirigentes de las instituciones socio deportivas (12 representantes de socios) llegaron a un acuerdo con Acción Plural (32 representantes de socios) y conformaron la lista de candidatos para integrar la Comisión Directiva, liderada por Luis Grynwald, como el nominado como futuro presidente.
Amia es de todos (6 representantes de socios), la otra agrupación que integraba la Lista Nº 2, mantuvo su posición de que no deseaba que el próximo presidente de la AMIA sea un judío observante de la Halajá, pero a la vez reconocía que la presidencia de la AMIA le correspondía a la primera minoría, el Bloque Unido Religioso – BUR, y que ellos darían quórum.
El BUR (37 representantes de socios) por su parte siguió negándose a resignar que uno de sus dirigentes sea le próximo presidente de la AMIA, afirmando que tradicionalmente ese cargo le correspondía a la primera minoría.
Dos de los tres representantes de socios de Iajad estaban de acuerdo con la postura del BUR, mientras que el tercero, afirmaba que daría quórum y no se definía públicamente. Según los referentes del BUR, este representante de socios se abstendría, mientras que los de Acción Plural y Avodá afirmaban que apoyaría con su voto a Luis Grynwald.
Días antes de finalizar el mes de octubre, se presentó en la AMIA un pedido de Asamblea Extraordinaria firmado por más de 30 representantes de socios, de acuerdo a lo establecido en el artículo 66 del Estatuto vigente. El orden del día sería uno solo, que convoque a nuevas elecciones.
El 30 de octubre terminó la licencia solicitada por Guillermo Borger, y el día 31 se reintegró a sus actividades como presidente de la AMIA.
El lunes 7 de noviembre, con la presencia de 89 representantes de socios da comienzo la Asamblea Electora, a la que se presentan dos listas de candidatos, una presidida por Luis Grynwald y otra por Ángel Barman. Puestas a votación ninguna de las dos obtuvo el 60% de los votos, se pasó la Asamblea Electora para el martes 8, día en que solo 45 representantes de socios firmaron el libro de asistencia, debido a lo cual nuevamente todo quedó finiquitado sin designarse quienes integraran la Comisión Directiva de la AMIA.
Que los representantes de Avodá y de Acción Plural no dieran quorum, mientras que si lo hicieron los del BUR, Amia es de todos y dos de Iajad, era algo previsible, pues varios miembros de Avodá y Plural JAI lo dijeron el lunes 7 al finalizar la primera de las sesiones de la Asamblea Electora.
Diversas posibilidades futuras
Si bien al momento de escribirse este comentario no se conoce que dispondrá la Comisión Directiva de la AMIA, de acuerdo a lo que ha trascendido y las opiniones oficiales de Acción Plural y Avodá puede plantearse lo siguiente:
1) Que se vuelva a convocar a la Asamblea Electora, pues nada lo prohíbe.
2) Que se acepte lo solicitado por los representantes de socios y se convoque a una Asamblea Extraordinaria con un único punto como Orden del Día, que se convoque a nuevas elecciones.
3) Que la Comisión Directiva rechace la solicitud de convocar a una Asamblea Extraordinaria en base a una interpretación de las disposiciones estatuarias que al no haber designado a los miembros de la Comisión Directiva no pueden ser convocados por otro motivo.
4) Que la propia Comisión Directiva resuelva convocar a nuevas elecciones.
El llamado a nuevas elecciones implica que los representantes de socios electos el 10 de abril cesarían en sus funciones y por lo tanto habría que compatibilizarlo con el artículo 74 del Estatuto vigente, que dice: “Los representante de los socios en ejercicio no podrán ser declarados cesantes hasta la terminación de sus mandatos, salvo que les comprendan las disposiciones de los artículos 18 y 19 de los presentes estatutos”
Aclaramos que los artículos 18 y 19 se refieren a las sanciones que le corresponden a los socios de la AMIA si cometen ciertos tipos de delitos.
Consecuencias
Independientemente de la decisión que se tome, lo que ocurrió no es ni un buen antecedente para la institución ni para la dirigencia comunitaria, en especial para aquellos que han priorizado intereses de tipo sectorial frente a los comunitarios, por ejemplo quienes a viva voz plantearon que no aceptan que el presidente de la AMIA sea observante de la Halajá.
Otro aspecto, que muy posiblemente muchos no quieran aceptar, es que esta indefinición sobre la máxima conducción de la AMIA perjudica su imagen fuera de la comunidad.
Por todo expuesto consideramos que la respuesta planteada en el título de este comentario es no, por que se está peor que antes del 7 de noviembre.
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