El 13 de Marjeshvan se cumplirá el décimo aniversario de la desaparición física de una invalorable askanit (dirigente voluntaria) de nuestra comunidad, la señora Shoshana Schnurmann de Kugielsky z’l.
Nacida en Francia, en los años previos al inicio de la Segunda Guerra Mundial, su familia pudo partir hacia América Latina en el último barco que zarpó de los puertos franceses con judíos que huían del nazismo, estableciéndose en la República Oriental del Uruguay.
En Montevideo la niña Shoshana realizó su instrucción primaria oficial, mientras que particularmente era educada en la observancia de la Torá y las Mitzvot. Concluida la Segunda Guerra Mundial, por decisión de sus padres, Shoshana viajo Gateshead, una ciudad en el noreste de Inglaterra, para estudiar en el Beit Yaacov que allí funcionaba, un establecimiento educativo para niñas reconocido mundialmente, especializado en la formación de educadoras judías con maplia idoneidad profesional y cultural para trasmitir a los adolescentes los valores raigales tradicionales del Am Israel.
Culminado sus estudios, regresó a Montevideo y comenzó a trabajar como docente, y en ese carácter fue una de las organizadoras del primer campamento de verano de Agudat Israel en la Argentina, llevado a cabo a principios de 1955.
En esa oportunidad conoció a quien sería su esposo, el joven doctor Rafael Kugielsky, quien ya era un destacado askan de Agudat Israel en nuestra comunidad, con el que conformó un hogar basado en el respeto de la Torá y las mitzvot, a la vez que comenzó a participar activamente, como askanit, en la escuela Hejal HaTorá.
Madre de cinco hijos (3 varones y dos mujeres) asistió a su esposo en todas las actividades en que este, como askan, participaba, destacándose entre ellas la tarea que desarrollo en Torah Umesroah Latinoamérica.
También fue una gran colaboradora de La Voz Judía, para el cual además de ayudar en las tareas administrativas cumplía la importante misión de traducir al castellano en forma voluntaria, del francés y del inglés, las notas y comentarios que destacados dirigentes y rabinos publicaban en los medios de prensa raigales de los Estados Unidos, el Estado de Israel y diversos países europeos.
Un importante cortejo fúnebre acompañó sus restos hasta las puertas de Torah Mesorah Latinoamérica, donde los miembros de la comunidad raigal de nuestra ciudad le rindieron su homenaje, antes de que fuera trasladada a Eretz Israel para recibir sepultura.
TRIBUNA JUDÍA, con estas líneas, recuerda a Shoshana (Susana) Schnurmann de Kugielsky z’l, una mujer de muy bajo perfil, que dedicó la mayor parte de su vida a difundir los valores ancestrales que el Creador estableció en la Torá, que son los que permiten la continuidad del Am Israel, sin descuidar su labor como esposa y madre.
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