El gobierno de las Islas Baleares de España realizó recientemente una histórica ceremonia en Palma de Mallorca en la cual conmemoró a los judíos que fueron quemados en la hoguera en el año 1691.
Los participantes recordaron los 320 años del auto-da-fe (una ceremonia durante la cual la iglesia católica quemaba públicamente a los “herejes” del cristianismo que se rehusaban –incluso luego de haber sido torturados por la Inquisición- a renunciar a su fe jucaica), en el cual fueron quemados en la hoguera 33 judíos conversos, acusados del delito de vivir secretamente como judíos.
Francesc Antich Oliver, el presidente de las Islas Baleares, quien fue el orador principal del acto, dijo: “Por primera vez en 300 años osamos reunirnos aquí para reconocer la terrible injusticia cometida contra los residentes de Majorca, quienes fueron perseguidos y llevados ante un tribunal a causa de su fé y su religión. Ellos fueron víctimas y nosotros condenamos todo lo que les fue hecho y expresamos nuestra solidaridad a sus descendientes”.
A la ceremonia asistió también Michael Freund, el presidente y fundador de Shavei Israel, quien fue el primero en presentar la idea al gobierno de las Islas Baleares y al enviado de Shavei Israel a Palma de Mallorca, Rabino Nissan ben Avraham, quien es descendiente de la comunidad Chueta.
Luego de agradecer al presidente de las islas por la impresionante ceremonia y el extraordinario gesto que tuvo, Freund destacó que Majorca es la primera región de España que conmemora oficialmente las víctimas judías de la Inquisición, y expresó el deseo de que otras áreas de la regió imiten la iniciativa.
“Pese a los esfuerzos de la Inquisición, los Chuetas continuaron desarrollando su identidad y sus creencias, transmitiéndolas de generación en generación. Este es el testimonio del poder de la memoria judía y de la determinación de nuestros hermanos por no abandonar su fe sin importar cuál fuera el precio”, agregó Freund. “No podemos volver el tiempo atrás, pero sí podemos cambiar el presente y dar una mano a la comunidad Chueta para que los descendientes de las víctimas de la Inquisición se sientan alentados a retornar a las fuentes de la nación judía.
Será una dulce revancha contra la Inquisición y yo creo que tenemos la responsabilidad histórica de hacerlo”.
Los descendientes de los conversos en España tuvieron una de las comunidades más antiguas y florecientes pese al hecho de que desde 1391 en adelante sucedieron un sinnúmero de hechos difíciles que tuvieron efectos perdurables sobre las comunidades judías del lugar. Uno de ellos fue la ola de conversiones al cristianismo que prosiguió hasta 1492 cuando los judíos fueron expulsados de España.
Muchos de esos conversos –forzados a convertirse- observaron secretamente su fe judía y continuaron conservando las tradiciones. Sus descendientes están diseminados actualmente en muchos países europeos, principalmente en España, Portugal y en Sudamérica.
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