La Voz Judía


La Voz Judía
Compromiso con los Principios
Por Rabino Avi Shafran

“Estos son mis principios!”, declaró el famoso Groucho Marx. “Y si a ustedes no les gustan…bien, yo tengo otros”.

Por cierto, los principios son importantes. Pero Groucho no estaba del todo equivocado. Hay principios…y principios.

Para un judío creyente, por supuesto, los principios religiosos son sacrosantos. Y existen principios elevados, muchos de los cuales de hecho derivan del Judaísmo, que han sido abrazados por gran parte de la humanidad.

Pero también hay cosas que la gente, incluidos algunos judíos religiosos, pueden llamar principios pero que en verdad son simplemente preferencias, inclinaciones o posturas. Y es importante hacer que esas diferencias sean, verdaderas diferencias.

Tomemos por ejemplo cómo fueron volcados por la prensa los acuerdos entre el Presidente Obama y los líderes del Congreso referidos al tema del presupuesto. Los comentaristas pontificaron sobre una política que “sostiene los principios” desechando la que “abandona los principios”.

Los inmerecidos elogios otorgados a los puntos de vista económicos y políticos que los elevaron a principios supremos gastaron mucha retórica. Se informó que el vicepresidente Biden dijo que el “tea party” de los Republicanos había “actuado como los terroristas”, mientras que el republicano Emmanuel Cleaver dijo que el acuerdo era un “sandwich demoníaco”, y el republicano Luis Gutierrez etiquetó a quienes no acordaban con sus posturas como “incendiarios”.

Los epítetos se repitieron de uno y otro lado llegando a niveles mucho mayores aún. Para algunos se trataba de “una cuestión de principios”.

La única palabra que fue reiteradamente empleada fue “compromiso”, que por cierto y en última instancia, describía muy bien el acuerdo.

Era el noveno término (incluyendo el “Buenas tardes a todos”) pronunciado por el Presidente Obama en su breve alocución en la cual anunciaba el acuerdo; él lo repitió una cuantas veces.

Para algunos, el compromiso era desigual. De allí el enojo que se produjo dentro del propio partido del Presidente. Pero de todos modos, sí se trataba de un compromiso. Y así debía considerarse.

Dentro del Judaísmo, la palabra compromiso no es una banalidad; de hecho, en si misma designa un elevado principio.

El Shulján Aruj, uno de los textos pilares de la ley judía, afirma:
“Es una mitzvá preguntar a los litigantes desde el comienzo (del caso que se trate), ¿ustedes quieren (para proceder al susodicho caso) la ley estricta o el compromiso?...
Toda corte que regularmente establece compromisos el loable”. (Joshen Mishpat, 12:2).

De modo tal que, la posibilidad de que se junten dos partes y que acuerden entre ellas no regirse por un “principio”, resultaría un ideal para el judaísmo.

De igual modo, cuando se trata de “principios”, como por ejemplo los de una teoría económica particular por encima de los de otra, o de una filosofía política versus la de otro (como en este caso, el paso más loable es el del compromiso.

Toda fecha especial dentro del calendario judío es un “momento de aprendizaje”, una oportunidad para recoger una apreciación más intensa del concepto al que se refiere.
Tishá BeAv ya pasó, pero mientras seguimos con nuestra vida cotidiana deberíamos llevar su mensaje con nosotros: La maldad del odio injustificado; el tipo de división y luchas intestinas que precedieron la destrucción del segundo Beit HaMikdash, el Sagrado Templo.

Nuestro mundo ortodoxo judío de hoy participa en alguna medida de los mismo, por supuesto, de lo que seguramente fue la causa de que el Templo no haya sido reconstruido sagradamente. Y mientras que los verdaderos principios del judaísmo sigan sin convertirse en un compromiso, muchas de las disputas contemporáneas seguirán basándose en “principios” ilusorios, o en posiciones personales, y no en verdades eternas.

Nos estamos aproximando a un día festivo, Tu BeAv, el día 15º del mes judío. Es un día de regocijo, tal como enseña el Talmud, en parte debido a la caída de las barreras entre los judíos. Demasiadas barreras enmascaradas tras supuestos principios. Reconocer que no lo son y apreciar el compromiso, son cosas valiosas para sostener desde el dia noveno del mes hasta el día quinceavo.

El no apoyarse en “principios” personales –ya se trate de nuestras relaciones con esposas, amigos, socios del trabajo, empleados nuestros o empleadores nuestros- es fundamental para revertir aquello por lo cual hemos hecho un duelo en Tisha BeAv.

Porque el deseo de comprometerse es un verdadero principio judío.

 

La tribuna Judía 53

Redacción y Administración: Lavalle 2168 Of. 37 ( C.P. 1051) de 15.30 a 18.00 Hs.
Tel.: 4953-7132 / Telefax.: 4961-0954

Tribuna Judía
Una voz que ahonda en las raices judías

Aparece quincenalmente
Director: Prof. Pedro E. Berim
Diseño y Diagramación: Luminaria Design

Propietario
Unión de Israel en la argentina (U.D.I.)

Registro Nacional de la Propiedad Intelectual #187.257