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¿Inesperada decisión de su presidente?
Todo estaba expectante en la AMIA luego de los comentarios, algunos bastante ácidos, respecto a lo ocurrido el 18 de julio en el acto central conmemorativo del 18º aniversario del atentado a la AMIA y la posterior decisión de convocar nuevamente al Rat Electoral para el 7 de noviembre, luego de los Iamim Noraim y la festividad de Sucot.
Según ciertos comentarios nada importante, relacionado con la política interna de la institución, ocurriría hasta semanas antes del 7 de noviembre, mientras que otros afirmaban que el compás de espera se mantendría hasta el 20 de septiembre, el día siguiente de la Cuarta Cena recaudatoria que organiza la institución.
Evidentemente a esos “entendidos” de la política comunitaria le estaban faltando algunos datos, pues no bien culminó el período de duelo que establece la Halajá para el período que trascurre entre el 17 de Tamuz y el 10 de Av, ciertos rumores comenzaron a escucharse en los pasillos del edificio de la calle Pasteur, referidos a la existencia de diferencias entre quien preside la Kehila de Buenos Aires y los referentes del Bloque Unido Religioso.
El pasado viernes 12 de agosto, a minutos del inicio del Shabat, la Agencia Judía de Noticias -AJN/Iton Gadol sube a sus páginas web la noticia de que Guillermo Borger pedía 60 días de licencia y transcribe un largo reportaje en el que el presidente de la AMIA explica los motivos del pedido, efectúa un balance de su gestión, analiza la situación inédita creada ante los sucesivos fracaso del Rat Electoral en nominar a la próximas autoridades de la AMIA, la relación con el Gobierno Nacional y el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se refiere al discurso de Sergio Burstein del pasado 18 de julio.
Si bien ese reportaje no incluye ninguna referencia a los rumores mencionados más arriba, es muy interesante tenerlos presente luego de analizar algunas de las respuestas del presidente de AMIA a la requisitoria periodística.
Respuestas de Guillermo Borger
En primer lugar AJN/Itón Gadol el pregunta “¿cuál sería el motivo por el que decidió solicitar está licencia en su cargo?”
A lo que Borger responde “Como es de público conocimiento nuestra gestión que tendría que haber terminado el pasado 31 de mayo se viene prologando ya más de dos meses con falta de definiciones políticas comunitarias. Si bien está absolutamente todo en regla y estamos absolutamente legal y democráticamente constituidos y en plena gestión, por distintas estrategia políticas no hay acuerdo y está situación se va prologando. Medida tal que el 7 de noviembre va a ser la próxima asamblea electora para decidir las nuevas autoridades de la AMIA. Mi vida privada, familiar y comercial ha llegado al momento que debo tomarme algún paréntesis para justamente reactivar a mi vida habitual y normal. Justamente con ese fin estoy pidiendo la licencia de 60 días dejando la salvedad de que hay muchas gestiones encaminadas de mi presidencia que se irán llevando a cabo, cuestiones que están en agenda, confirmadas antes de este pedido de licencia que solamente es un tema provisorio porque en cualquier momento me puedo reincorporar como presidente de la AMIA. No obstante, esta licencia recién va a surgir efecto a partir de la próxima reunión de comisión directiva, el próximo jueves cuando se va a presentar formal y oficialmente este pedido de licencia, que en principio estoy pidiendo hasta el próximo 30 de octubre, para participar ya sin licencia de la próxima reunión del RAT, presidiendo justamente lo que es la junta electora”.
Otra de las preguntas se refiere justamente a la actual situación que se está produciendo en la AMIA y Borger afirma “La situación general en que está transcurriendo este momento de la AMIA es absolutamente distinta porque esto jamás se planteó en la historia de la institución. No hay experiencia de lo que está sucediendo. Por eso digo que no es momento de transición, ni es un momento especial. Lo que sucede es que al haberse prolongado nuestro período y como esto la verdad que se está haciendo largo no hay otro mensaje ni estrategia que avanzar a la próxima asamblea electora donde suponemos que se estarán definiendo las próximas autoridades”.
Más adelante Borger vuelve sobre este tema afirmando “Como judío comprometido con la comunidad judía, la verdad que me duele. La comunidad necesita y tiene el derecho absoluto de una gestión permanente. Todas estas situaciones y estrategias políticas debilitan de alguna manera lo que es la gestión diaria porque hay mucha gente ocupada en los análisis políticos y a veces se deja un poquito más de lado la gestión, lo cual desde lo personal considero que la escala de valores es al revés, debemos continuar gestionando más allá de la política. Entiendo que el proceso eleccionario se va a definir en cualquier momento, pero todo esto que se fue exteriorizando de la comunidad judía entiendo que no nos hace bien. Hay mucha gente que a partir de esta irregularidad tan prolongada opina de cuestiones sin real conocimiento y esto va generando una sensación de una comunidad que realmente no es. La comunidad está absolutamente fuerte y en todos los sentidos hay que hablar desde el conocimiento, e invito a quien sea que sienta a la AMIA como propia a que se acerque a trabajar y conocer lo que se viene haciendo y lo que se debe seguir haciendo”.
El periodista de AJN/Itón Gadol le pregunta a Borger lo siguiente “Sobre el último acto por el aniversario del atentado a la AMIA, ¿qué me puede decir?”, y el presidente de la AMIA responde “Fue un acto de excelente convocatoria donde encontramos gente muy sensible que nos ayuda para hacer acciones destinadas a mantener viva la memoria y se ve en la presencia de casi 10 mil personas. Todo ratificado por la adversidad climática muy fuerte. Lo que rescato es que hubo una nueva generación que no vivió ese atentado y a pesar de eso está tomando la posta de estudiar lo que pasó y a través de los idiomas de los jóvenes se genera una nueva esperanza. Que haya jóvenes que fueron víctimas del terrorismo internacional en distintas latitudes que se unen para buscar un diálogo común con el fin de mantener viva la memoria y el reclamo de justicia es muy importante. En el acto del 18 de julio hubo distintas expresiones y, por supuesto, la voz oficial de la AMIA a través del presidente de la AMIA y algunos otros actores como Familiares (de las víctimas del atentado) que desde el dolor y la bronca han expresado -como considero yo erróneamente- un discurso muy politizado que entendemos que no era el momento ni el lugar para expresarlo. No obstante, nunca en estos 17 años existió la censura previa, nunca supimos el discurso de los familiares, y la persona que habló (Sergio Burstein) lo hizo en nombre de los familiares de la misma manera que los familiares no sabían y nunca reclamaron el discurso del presidente de la AMIA, como tampoco se conoce el discurso del invitado. Los familiares hablaron desde su propia boca y desde su responsabilidad por el contenido. La AMIA solo es responsable de lo expresado por el presidente de la AMIA”.
El sentido de estas respuestas
Si bien es lógico que la prolongación del mandato de está Comisión Directiva de la AMIA no era previsible y por lo tanto este hecho afecta a sus miembros, en especial a quienes tienen la responsabilidad de la conducción diaria de la institución, tanto en lo relacionado con su vida familiar como comercial y/o profesional, la pregunta que surge es por qué justamente ahora Borger presenta el pedido de licencia y no lo hizo a mitad de mayo, luego del fracaso del primer Rat electoral, o el 5 de julio luego del segundo intento fallido de nominar a la nueva Comisión Directiva.
Borger describe muy bien la situación política interna que está viviendo la AMIA y las consecuencias negativas que se están generando como consecuencia de la misma, pero en lugar de involucrarse activamente en buscar una solución se mantuvo prescíndete, dejando en manos de los referentes de las diversas listas electorales la búsqueda de una salida. Consultado en alguna oportunidad al respecto respondió que el presidente de la AMIA debe dedicarse a gestionar la AMIA y no a inmiscuirse en la política interna. Si este es su pensamiento, y nada nos induce a pensar lo contrario, por qué decide solicitar licencia cuando la AMIA está organizando una importantísima actividad recaudatoria, a la que se invitó a la Presidente de la Nación. La respuesta que brindó sobre los motivos familiares y comerciales es válida, pero habiendo observado la manera en que ejerció la presidencia durante 38 meses, sabemos que en más de una oportunidad sus obligaciones como presidente de AMIA lo hicieron dejar de lado, o postergar, algunas de esos motivos, por lo que es válido preguntarse qué lo llevó a modificar esa actitud no queda claro en sus respuestas.
Finalmente, cuando Borger se refiere al acto central conmemorativo del 17º aniversario del atentado a la AMIA se refiere a un tema que generó controversias luego del acto: la responsabilidad de la AMIA respecto al discurso del Familiar.
Borger defiende la postura de que la AMIA es responsable solamente de las palabras del presidente de la institución. El hacerlo es una manera de dar respuesta a quienes se sintieron agredidos por las palabras de Sergio Burstein y que en su momento exigieron que la AMIA emitiera algún tipo de claro mensaje afirmando que no las compartía.
Ese 18 de julio, en un cable subido a la web a las 18.45 hs. aproximadamente, AJN/Itón Gadol informaban que se había decidido que Sergio Burstein no fuera más orador de un acto organizado por la AMIA. El comunicado respectivo nunca fue difundido y puede inferirse que Borger - al afirmar que la AMIA solo es responsable de lo que dice su residente – no concuerda con esa postura.
Una Hipótesis
Quizás para entender lo que está ocurriendo sea necesario refrescar a nuestros lectores lo ocurrido hace casi 39 meses, cuando debía sesionar el Rat Electoral. En ese momento Sergio Bergman, como referente máximo de Amia es de todos, informó que respetarían la tradición de que la presidencia de la AMIA le correspondía a la primera minoría, el Bloque Unido Religioso, lo que permitió que Guillermo Borger fuera designado presidente de la AMIA.
Sergio Burstein, el pasado 18 de julio, tuvo palabras extremadamente críticas para la DAIA (tanto para sus directivos como un funcionario), el Jefe de Gobierno de la ciudad Autónoma de Buenos Aires, el periodista Pepe Eliaschev y Sergio Bergman, que ocho días antes había sido electo diputado de la Legislatura de la Ciudad.
No es descabellado pensar que quienes en mayo de 2008 habían llegado a un acuerdo con el Bloque Unido Religioso, y el 4 de julio pasado decidieron dar quórum en el Rat Electoral, rompiendo de esa forma el frente electoral que habían conformado, los miembros de Amia es de todos, exigieran que de la actual conducción de la AMIA un desagravio para Sergio Bergman y que los referentes del Bloque Unido Religioso hubieran estado de acuerdo.
¿Inesperada decisión de Guillermo Borger?
Si nuestra hipótesis fuera acertada, tomar una decisión de ese tipo sería por parte de la conducción de la AMIA, en este caso su presidente, el inmiscuirse en la “interna”, cosa - que como explicamos más arriba – Borger considera que no le incumbe.
Decimos esto pues tanto emitir el desagravio como el no hacerlo, es una toma de posición en la “interna” comunitaria que se está produciendo actualmente en la AMIA.
Ante una situación como está ¿qué alternativa le quedaba a Guillermo Borger?. Creemos que una sola, la de pedir una licencia, que es lo que hizo.
Por qué se demoró Borger hasta el 11 ó 12 de agosto para formalizar su pedido de licencia, si bien no lo explicó en el reportaje, sabiendo que es un observante de la Halajá nos imaginamos que no iba a tomar una decisión de ese tipo durante el período de Bein HaMetzarim (Entre las Angosturas): Las Tres Semanas de duelo que van desde el 17 de Tamuz hasta el mediodía del 10 de Av.
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