Cuatro desgracias acontecieron a nuestros antepasados en este día:
1 - El pueblo de Israel fué condenado a no entrar a Eretz Israel
El 9 de Av regresaron los jefes de las tribus de explorar la Tierra de Israel y maldijeron la tierra diciendo: ´´La tierra que visitamos es una tierra que se come a sus habitantes´´ (Bamidbar 13:32). Luego de este aciago mensaje de los exploradores, los ánimos del pueblo bajaron, y lloraron toda la noche quejándose a Moshé y Aharón por haberlos traído a morir al desierto, prefiriendo haberse quedado en Egipto.
En este día 9 de Av, Di-s castigó al pueblo de Israel, impidiéndoles entrar a la Tierra Prometida pues, como está escrito: ´´Verán la tierra que les prometí a sus padres; y todo el que la desprecie no la verá´´. (Bamidbar 14:23).
2 - Es destruído el Primer Templo
En el año 3338, luego de tres años de sitio a la ciudad de Jerusalem, Nabuzaradán, ministro de Nabucodonosor, destruye las murallas de la ciudad e incendia el Templo y gran parte de la ciudad. Tras la destrucción de Jerusalem, el pueblo es deportado a Babilonia, junto con su rey Jizquiahu (Ezequías).
3 - Es destruido el Segundo Templo
Después de 70 años de destierro en Babel (Babilonia), Ezrá HaSofer, junto con parte del pueblo, retorna a Jerusalem para reconstruir el Templo, tarea ardua y penosa que tarda más de 20 años, debido a la falta de medios y a los ataques de los bandidos. Herodes, años más tarde, contribuye a su embellecimiento, en pago a las atrocidades que había realizado (mató a los Sabios de la época), elevando la explanada del Templo por medio de muros de contención, de cuyos restos nos queda el Kotel HaMaaraví (El muro Occidental) o Muro de los Lamentos.
En el Año 3830 de la Creación, 70 de la era Común, Jerusalem es sitiada por Epifanus, quien había sido enviado desde Roma para retener la revuelta de Palestina, Rabbí Yojanán Ben Zakay aconseja a los dirigentes de la revuelta (Birionim) no hacer frente a los romanos, sino permanecer encerrados dentro de las murallas, ya que predice el desmoronamiento del Imperio Romano pues la ciudad contaba con suficientes víveres y alimentos para subsistir. Sin embargo, los ´´Birionim´´ no pueden soportar la vergüenza del sitio y, para obligar al pueblo a salir a la guerra, queman los almacenes de alimentos.
Con la oposición de los ´´Birionim´´, Rabbí Yojanán Ben Zakay decide abandonar Jerusalem y forma un asentamiento en Yavne.
El 9 de Av del año 3830, luego del nombramiento de Spifanus como César de Roma, se envió a Titus en su lugar, quien conquista Jerusalem, incendiando el Templo.
4 - Caída de Betar
Después de la destrucción del Segundo Templo, quedó un gran asentamiento judío denominado Betar, dirigido por Bar Kojvá. Los defensores de la ciudad que eran famosos por su valentía hacen frente al gran ejército romano.
Tal era la fuerza y la valentía de Bar Kojvá, que el mismo Rabbí Akiba lo consideró el Mesías (´´Creció la estrella de Yaakob´´). Sin embargo, le respondió Rabbí Yojanan Bar Torta: ´´Akiba, mucha hierba debe crecer y aún no llegó el Mesías (aún no llegó la época Mesiánica)´´.
Tres años y medio sitió Adriano a la ciudad de Betar y las tefilot (plegarias) de Rabbí Eleazar Hamolay (tío de Bar Kojvá) retenían la caída, hasta que un día, tras sospechar Bar Kojvá de su tío como desertor, lo golpea y lo mata. En ese mismo día cayó la ciudad en manos de los romanos, el 9 de Av de 3882.
Leyes del 17 de Tamuz al 9 de Av
(Las tres semanas)
Estas tres semanas fueron denominadas por nuestros Sabios ´´Entre las Penurias´´, ya que fueron símbolo de luto por la destrucción de nuestros Templos.
Cada generación en la que no fue reconstruido el Templo en sus días debe considerarse como si éste hubiese sido destruido por sus transgresiones. Es por eso que nuestros sabios impusieron diferentes hábitos de luto. Por su multiplicidad y diferencia entre comunidad y comunidad, traeremos sólo parte de estas costumbres (en caso de duda se deberá consultar al rabino de la comunidad).
No se celebran fiestas o acontecimientos alegres, como por ejemplo, las bodas, excepto aquellos eventos que no se pueden postergar como un Berit Milá o un Pidión Haben.
Hay que evitar decir la bendición ´´Sheheheianu´´ por un fruto o un vestido nuevo. (Esta bendición la fijaron los Sabios para agradecer al Todopoderoso en los momentos de alegría o en acontecimientos especiales).
La tradición Sefaradí acostumbra, en la misma semana que cae el 9 de Av, a disminuir la alegría por negocios, construcciones de placer o plantaciones de jardines o flores.
En esta semana, también esta prohibido cortarse el cabello, afeitarse, lavar ropa, usar ropa limpia, lavarse, comer carne y beber vino (las últimas dos prohibiciones no rigen en Shabat).
La tradición Ashkenazí, en cambio, acostumbra a comenzar con todas estas leyes desde Rosh Hodesh Av (principio de mes).
Leyes del 9 de Av
El ayuno de Tishá BeAv comienza, al igual que el ayuno de Yom Kipur, desde la puesta del sol de la víspera, y no desde el amanecer como los demás ayunos.
Para indicar el comienzo del ayuno, nos obligaron nuestros Sabios a realizar la ´´Seudat Mafséket´´ (comida de separación o interrupción) antes de la puesta del sol. Esta comida debe ser una comida pobre y de luto, por lo que prohibieron comer carne o beber vino durante ella, permitiendo sólo un plato principal y frutos.
Hay quienes acostumbran a comer lentejas o huevos hervidos, sentados en el suelo en señal de luto, y sin participar tres o más varones juntos para que de esta manera no estén obligados a recitar el ´´Zimún´´ (invitación protocolar para la bendición de la comida).
Seudat Mafséket se considera solamente la última comida después del mediodía. Si coincide la víspera del 9 de Av en Shabbat, no se cumplen con estas medidas sino que se puede comer aún en la Seudat Shelishit (tercera comida del Shabat), lo que se desee.
Estas son las prohibiciones que fijaron nuestros Sabios para Tishá BeAv en señal de luto y arrepentimiento:
La comida, la bebida, el lavado, el ungüento, el calzado de cuero, la vida matrimonial, y el estudio de la Torá (a excepción de la Meguilat Ejá, el Libro de Yob, y las Profecías de desgracias recordadas en la Torá, con sus explicaciones respectivas.
A diferencia de los demás ayunos, las mujeres embarazadas o las que amamantan deben ayunar. Sin embargo, dentro del primer mes después del parto o cualquier enfermo al que pueda afectarle el ayuno, no deberán ayunar, pues los Sabios no obligaron al ayuno en caso de peligro físico.
La prohibición del lavado, tanto con agua caliente como fría, rige solamente cuando se realiza por placer, pero por necesidad (como el que sale del baño), o por suciedad, o al despertarse, está permitido. En el caso de los lavados de manos obligatorios, solamente se debe arrojar agua hasta los nudillos de los dedos.
Un ungüento prescripto por el médico está permitido, a diferencia de las cremas de manos, cosméticos, etc.
Nuestros Sabios sólo prohibieron el uso del calzado de cuero, pero los zapatos totalmente de tela, goma o plástico están permitidos. En caso de necesidad o en lugares de peligro por escorpiones o serpientes, está permitido el uso de botas, aún si éstas están confeccionadas con cuero.
No se saluda al amigo, en señal de luto, y tampoco se debe pasear para no olvidar el significado del día. Debemos, en otras palabras, disminuir los placeres en esta jornada.
Aunque la prohibición del trabajo, o de realizar negocios, depende de la costumbre del lugar, todo el que trabaje en Tishá BeAv no verá bendición de su trabajo.
Se acostumbra a no usar Tefilín ni el Talit Gadol hasta después del mediodía, para colocárselos durante la tefilá de Minjá, y hay quienes acostumbran a dormir en el suelo en señal de luto.
Si Tishá BeAv coincide con el domingo, no se deben cambiar los zapatos hasta después del ´Barejú´´ que dicen en la sinagoga en la salida del Sábado (por eso se debe procurar llevar los zapatos de tela en la víspera, pues no se debe demostrar luto en Shabat).
En el momento de la Havdalá, cuando se vea una vela encendida, se bendice ´´Boré Meoré Ha Esh´´, pero no se recita Birkat Havdalá, ni la bendición por los aromas (´´Besamim´´), sino que el domingo en la noche, después del ayuno, se la Havdalá, incluyendo solamente ´´Boré Perí HaGuefen´´ y ´´HaMavdil´´.
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