Casi un cuarto de siglo después de que un niño alemán pusiera un mensaje dentro de una botella y la arrojara desde una embarcación a las aguas del Mar Báltico, él recibió una respuesta.
Daniil Korotkikh, un niño ruso de 13 años de edad estaba caminando con sus padres en la playa cuando vio algo que brillaba en la arena. “Yo vi esa botella y me despertó la curiosidad”, dijo Korotkikh, “parecía una botella de cerveza de Alemania con una etiqueta de cerámica, y dentro de la misma había un mensaje”. Como su padre sabe un poco de alemán, tradujo la carta que estaba cuidadosamente envuelta.
La carta decía “Mi nombre es Frank, tengo cinco años, y estoy viajando con mi padre en un barco que va hacia Dinamarca. Si encuentras esta carta, por favor, devuélvemela y te responderé”. La carta estaba fechada en 1987.
El niño que escribió la carta es Frank Uesebeck, quien actualmente tiene 29 años. Sus padres siguen viviendo en la misma dirección que figura en la carta.
“Al principio no podía creerlo”, dice Uesebeck. De hecho, casi ni recordaba ese viaje. Y en verdad había sido su padre quien escribió la carta.
El niño ruso y el adulto alemán se contactaron poco después a través de un video. Ambos prometieron seguir escribiéndose. “Es una historia realmente maravillosa”, dijo Uesebeck, “quien sabe, quizás algún dia podamos conocernos personalmente”.
|
|
|