La Editorial Bnei Yehuda acaba de reeditar una de las destacadas obras que integran su fondo editorial: “Las puertas de la felicidad”, escrito por el rabino Zelig Pliskin.
Este texto, basado en las fuentes judías: la Torá y el Talmud, plantea el tema de “la felicidad”, el ser feliz, como una de las mitzvot establecidas por el Creador, que establece la obligación de vivir una vida feliz se basa en las actitudes de cada ser humano respecto a la vida, tanto en relación a la consideración que tiene por él como por los demás, y también frente a las situaciones y acontecimientos que se producen a su alrededor.
El rabino Pliskin parte de una premisa, que la felicidad puede aprenderse, y este libro “Las puertas de la felicidad”, puede considerarse como una guía práctica que permita al lector a ser feliz, aumentando su autoestima y el sentimiento de paz interior, a la vez que disminuye las emociones negativas: tristeza, ira, las preocupaciones y la ansiedad.
El rabino Zelig Pliskin, nacido en la ciudad de Baltimore, Estados Unidos, y actualmente radicado en el Estado de Israel , fue influenciado durante su formación por las enseñanzas del Jafetz Jaim, de quien su padre fue alumno en la Yeshiva Radún, en Polonia, antes de emigrar. Además de sus estudios rabínicos, Zelig Pliskin, estudió psicología en la Universidad Estatal de Nueva York.
Radicado en Israel continúo sus estudios judaicos y comenzó a trabajar en todo lo relacionado con las relaciones humanas y los problemas que le surgen a las personas en su relación con los otros, sean su esposa, sus hijos, sus amigos, compañeros de estudio y/o de trabajo, etc., convirtiéndose en un especialista que volcó sus conocimientos en más de 20 libros de su autoría, uno de ellos el que estamos comentando, innumerables artículos publicados y decenas de conferencias.
Editorial Bnei Yehuda al reeditar “Las puertas de la felicidad”, vuelve a poner al alcance de los hispanos parlantes las enseñanzas del extraordinario educador que es el rabino Zelig Pliskin. Lo hace gracias al apoyo inestimable de los miembros de la familia Chackiel y de la familia Lifac, quienes lo dedican a la bendita memoria de Salomón Chackiel z’l y Bluma Gutman de Chackiel z’l, personas que hicieron de la felicidad, el ser felices, era consecuencia misma del vivir, tal como lo desarrolla, a lo largo de más de 500 páginas, el rabino Pliskin.
“Las puertas de la felicidad”, estructurado en veinte capítulos, un Apéndice y Glosario, está escrito en utilizando un lenguaje que facilita su lectura a la vez que analiza en profundidad, pero con sencillez y humildad, los problemas del diario vivir.
Partiendo, en el capitulo uno, de que la felicidad, el ser feliz, es una mitzva, el rabino Pliskin, plantea que es necesario apreciar lo que se posee, para luego detenerse en como la manera en que piensa la persona influye en si es o no es feliz, explicando cual es la perspectiva que la Torá brinda para entenderlos y poder alcanzar la denominada “paz espiritual” sin que las demandas y exigencias de éxito lo impidan, a la vez que demuestra como el estudio de la Torá, la observancia de Shabat y los jaguim, y las tefilot ayudan alcanzarla.
Pasa luego a referirse a la autoestima, cuya falta o baja calificación es uno de los graves problemas actuales, explicando también que las amistades son valiosas para alcanzar la felicidad, en tanto y en cuanto se tenga el cuidado de no dañarlos, entenderlos y ser sinceros con ellos.
Las preocupaciones, la tristeza, la ira, el sentimiento de culpa, el no saber enfrentar el sufrimiento no sólo impiden ser feliz, sino que perjudican al ser humano si no los sabe utilizar para perfeccionarse espiritualmente, son temas abordados por el rabino Pliskin antes de centrarse en como se debe actuar para evitar los problemas y buscar una forma de consenso con los demás.
Posteriormente se plantea en este libro como enfrentar los insultos que se pueden recibir, tratando de extraer alguna enseñanza si se producen este tipo se sensaciones como también la obligación de no caer en la envidia, sentimiento que considera basados generalmente en errores de concepto. Un aspecto esencial en este tema es como convertir la envidia en algo positivo, un tema que el rabino Pliskin desarrolla en base a las ancestrales enseñanzas que destacaron al pueblo judío a lo largo de milenios
El dominar o controlar los deseos; el diferenciar el duelo de la tristeza, aceptando el “juicio del Todopoderoso, y como vencer el desaliento ante las situaciones difíciles que tocan vivir son los temas de los capítulos finales.
El Apéndice contiene una serie de cortos ejemplos prácticos de los temas desarrollados en los capítulos precedentes.
En todo este texto, como en el resto de los libros que ha escrito, el rabino Zelig Pliskin, plantea que lo más importante es mantener siempre un estado de ánimo positivo, pues eso es lo que permite a las personas ser productivas, alcanzar su máximo potencial, alcanzar las metas propuestas y - en muchos caso – obtener lo mejor que puedan darnos los demás.
En uno de sus ensayos el rabino Daniel Oppenheimer afirma “La fiesta de Sucot nos enseña a hallarnos siempre en estado de alegría. No es una tarea fácil. Habitualmente estamos tan preocupados por la subsistencia, que no sabemos disfrutar de tantas cosas que nos debieran hacer felices. Si bien para muchos la alegría es un estado anímico que no depende de nuestra voluntad, sino de las circunstancias que a uno le tocan vivir, la actitud desde el punto de vista de la Torá es distinta. En varios sitios se nos hace saber, que es nuestra obligación generar esa alegría”.
En “Las puertas de la felicidad” el rabino Zelig Pliskin explica como se puede ser feliz y disfrutar de la vida en base al punto de vista de la Torá, es por eso que consideramos en estos tiempos de la posmodernidad que su lectura no sólo permitirá profundizar los conocimientos judaicos sino que también ayudará que los problemas del diario vivir no impidan la felicidad
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