En el Teatro Coliseo se llevó a cabo el acto central conmemorativo de Iom Hashoá Vehagvurá, en el 68ª aniversario del Levantamiento de Ghetto de Varsovia, organizado por la DAIA
Estuvieron presentes además de gran parte de la dirigencia institucional de la comunidad judía, encabezadas por los presidentes de la AMIA, DAIA y OSA, Guillermo Borger, Aldo Donzis y Manuel Junowicz, sobrevivientes de la Shoá acompañados de sus familiares y un numeroso público que llenó la platea del teatro y las galerías superiores, lugar este último en el que se ubicaron los jóvenes
También asistió el titular de la Jefatura de Ministros de la Presidencia de la Nación, Aníbal Fernandez, quien fue uno de los oradores del acto; el ministro de Salud de la Nación, Juan Mazur; el embajador del Estado de Israel, Daniel Gazit junto a diplomáticos acreditados en la Argentina; y una importante cantidad de diputados nacionales y legisladores de la Ciudad de Buenos Aires, entre otros Ricardo Alfonsín, Martín Sabbatella, Fernando Iglesias, Silvana Giudici; Laura Alonso; Gonzalo Ruanova y María José Lubertino; el director general de Relaciones Institucionales de CABA, Claudio Avruj; miembros del Poder Judicial de la Nación, entre los cuales se encontraba Marcos Grabivker, integrante de la Cámara de Apelaciones en lo Penal Económico, Presidente de la Sección de Administración de Justicia de la Federación Interamericana de Abogados y Vicepresidente de la Asociación Internacional de Abogados y Juristas Judíos.
El embajador del Estado de Israel, Daniel Gazit, fue el primer orador de la noche, quien luego de referirse específicamente a lo ocurrido durante la Shoá, en especial a la falta de solidaridad que sufrió el pueblo judío, sostuvo que es inconcebible que se acepte que países pretendan deslegitimizar el derecho de existencia del Estado de Israel, afirmando El mundo no quiere escuchar que hay gente como el presidente de Irán que quiere la destrucción de Israel”.
Matías Jablonsky, en nombre de la juventud judía, se dirigió a los asistentes remarcando el compromiso con la memoria de lo ocurrido con el pueblo judío durante la Shoá por parte de los estamentos juveniles comunitarios.
David Galante, sobreviviente de la Shoá brindó su testimonio, recordando diversos momentos del terror vivido para luego señalar “Nosotros los sobrevivientes, estamos aquí para que el mundo siga recordando lo que nos ha tocado vivir. Los sobrevivientes somos la prueba viva de la masacre y el exterminio. Somos la prueba viva de lo que nunca nadie podrá negar. Los negacionistas no estuvieron allí. Ninguno de los que se llena la boca negando el holocausto ha estado en Auschwitz, en Treblinka, en Chelmno, en Sobibor. Somos la prueba viva de cualquier argumento que niegue a la Shoah. Ninguno de ellos ha vivido la muerte en un campo de exterminio, como lo hemos hecho los sobrevivientes. No queremos que nos nieguen. Queremos que se recuerde por siempre el dolor de lo que nos ha tocado vivir, y sobre todo, la tragedia de los que no han podido sobrevivir para contarlo. Son seis millones de vidas exterminadas. ¿En qué cabeza se puede negar tanto horror?”.
El Jefe de Ministros del Gobierno Nacional, doctor Aníbal Fernández, fue uno de los oradores, e inició sus palabras afirmando “”Hoy es un día de memoria pero también de rebelión. Recordamos, y cuando recordamos la sangre se calienta y fluye, el pecho se hincha en ese recuerdo. La autodeterminación de un puñado de hombres y mujeres que eligieron morir luchando en el gueto de Varsovia, es una evocación dolorosa pero a la vez provocadora”, para luego referirse a Mordejai Anilevich, uno de los líderes del Levantamiento del Ghetto de Varsovia, a Janus Korczak, que decidió morir junto con los niños judíos que estaban a su cargo a abandonarlos, y citó varios fragmentos del Himnos de los Partizanos, para remarcar que “Hoy el pueblo judío está recordando, el mundo entero debería estar recordando”, aclarando que “recordar es muy importante, conocer qué existió”, pues “Es muy importante recordar que el Estado de Israel existe. También existió la Embajada y la sede de la AMIA”, para remarcar que “Sería bueno redoblar esfuerzos para aprender a vivir con todos los seres humanos”.
Por último el presidente de la DAIA, Aldo Donzis, en su discurso se refirió tanto a la situación padecida por los miembros del pueblo judío durante la Shoá como una la situación que se esta produciendo en la actualidad.
Respecto a la primera destacó ““Jamás ha existido un pueblo tan abandonado en los momentos de infortunio, cuando clamaba por ayuda y rescate. Incluso al finalizar la guerra, nuestros hermanos no tenían una patria adonde ir, y en muchos casos ni siquiera la propia patria donde retornar. La aniquilación del judaísmo europeo fue posible no sólo por la masividad de los crímenes y la tecnología del terror, sino por la complicidad de la indiferencia, la conspiración del silencio y por sobre todo la adopción por parte de un Estado de la ideología del odio. Todo comenzó con al enseñanza del desprecio, la demonización y deshumanización del otro, del judío, del diferente. Cómo nos señalara Yehuda Bauer, ‘el Holocausto debiera ser recordado no porque les ocurrió a los judíos, sino por lo que nos enseña sobre la Humanidad”.
Posteriormente Donzis afirmó “Debemos rechazar el ver a la Shoá exclusivamente como un episodio abominable de la historia. No es suficiente que las personalidades públicas, los dirigentes políticos, los comunicadores acompañen la recordación periódica y el homenaje a las víctimas. La responsabilidad de ejercerla memoria va más allá de la recordación, exige la denuncia de todo hecho discriminatorio, de la violación de los derechos humanos, de cada acto judeofóbico, de la incitación alodio y ala destrucción del Estado de Israel, de quienes pretenden burdamente disfrazar de antisionismo su más rancio antisemitismo. Cuando hablamos de memoria del pasado con compromiso con el presente y el futuro, no cabe la indiferencia ni la neutralidad. Nos preocupan hechos que ocurren y se reiteran en nuestro país y en el exterior que son ignorados por buena parte del tejido político y social que muestran el odio judeofóbico inserto en la sociedad. ¿Cómo explicar sino, el silencio y la falta de reacción ante las masivas violaciones de los derechos humanos en Libia, en Siria, donde regímenes dictatoriales masacran a sus propios conciudadanos civiles indefensos, ejerciendo el terrorismo de Estado, que los argentinos hemos sufrido dolorosamente en carne propia? ¿Dónde están las manifestaciones de protesta, las solicitadas, los encendidos discursos de denuncia por las masacres contra civiles? La respuesta es una, no intervino en estos hechos el Ejército de Defensa de Israel. Ahí sí hubiésemos visto expresiones instantáneas de condena”; para culminar diciendo “Queridos sobreviviente, nuestro compromiso sagrado es hacer de vuestra memoria personal la memoria colectiva, y transmitirla de generación en generación. No nos congrega sólo un acto de recordación, sino un recordatorio para actuar. La memoria debe constituirse en compromiso para impulsar aquellos principios y valores que vemos reflejados en los combatientes del Ghetto de Varsovia, que no pretendían la derrota del ejército nazi, sino la victoria de la dignidad humana. Recordar no es vivir en el pasado, sino construir un mundo mejor para que el pasado de nuestros abuelos no se constituya jamás en el futuro de nuestros nietos. Nunca más a la intolerancia. Nunca más la indiferencia. Nunca más el silencio. Nunca, pero nunca más”.
El acto, ideado y producido por el staff profesional de la DAIA fue conducido por Alberto Waiss y contó con la dirección musical de Abel Ghelman, habiendo participado el ensamble vocal Kammerton; Vera Golob y Enrique Grinberg, quienes entonaron el Himno Nacional Argentinao y el Hatikva; Judith Horvat, Ricky Pashkus, Eleonara Wexler, Andres Rascovsky, Marcelo – Rudy – Rudaeff, Gabriel Rabinovich, Digo Placente y la niña Jazmín Perez.
Durante el acto, en tres momentos diferentes, se encendieron seis vela en memoria de los 6.000.000 de judíos asesinados durante la Shoá y el jazan Oscar Fleischer fue el encargado de entonar Kel Male Rajamín y el Izkor en su memoria.
Como ya es tradicional el acto conmemorativo culminó con interpretación del “Partizner Lid” (himno de los Partizanos) a cargo del coro Sharim de la Sociedad Hebraica Argentina, dirigido por Vivan Tabbush.
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