Eldad Nitzan, presidente de la Cámara de Comercio que agrupa al personal profesional de las Compañías de Construcción en Israel advirtió recientemente acerca de que “la disminución de profesionales dedicados a trabajar en la industria de la construcción llevará en el futuro a una dramática caída en el número de nuevos edificios destinados al sector ortodoxo”.
Pese a la significativa falta de viviendas, dijo, las empresas de recursos humanos no reciben pedidos de trabajadores profesionales debido al descenso de la cuota de trabajadores extranjeros en la industria de la construcción.
De acuerdo a estimaciones hechas por el Ministerio de Vivienda, de las 100.000 viviendas que estarían faltando en el mercado –debido a la brecha creada entre la tasa de edificios comenzados a construir en la década pasada y la terminación de los mismos por año- , unas 30.000 corresponden a departamentos que debieron ser construidos para el sector jaredí, pero que nunca llegaron a levantarse.
De los 40.000 nuevos propietarios calculados en un año promedio, se estima que entre el 15 y el 20% son ortodoxos, lo cual implica que se deberían construir unas 7.000 viviendas anualmente para nuevos propietarios ortodoxos.
La falta de construcción de viviendas ha provocado una crisis dentro de esa comunidad, pero la crisis ya se está extendiendo también a otros sectores. Mientras tanto, el gobierno ha hecho muy poco por resolver el problema.
Según Nitzan, para cubrir la demanda acumulativa extra, deberían construirse 10.000 nuevas unidades por año sólo para satisfacer al sector ortodoxo. “En la práctica”, señala, “la construcción dentro del sector jaredí es menos de la mitad del total”.
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