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Si bien cuando esta edición de Tribuna Judía llegue a sus lectores, las elecciones de la AMIA convocadas para el 10 de abril ya se habrán efectuado y su resultado será conocido – lo informamos en otro lugar de la presente edición – consideramos que es nuestra obligación comentar lo ocurrido luego de la presentación de las cuatro listas electorales que participaron en las mismas, que ya hemos informado.
Al anochecer del día en que se realizó la presentación, y cuando la edición anterior de Tribuna Judía ya estaba en proceso de composición, el frente Acción Plural difundió el acuerdo que había firmado con el movimiento conservador, en el que confirmaban que si llegaban a ser la próxima conducción de la AMIA, la institución aceptaría las conversiones al judaísmo realizada por los rabbis, lo que implica que podrían ser enterrados en los cementerios comunitarios, y que modificarían la estructura del Rabinato de la institución para que sea “pluralista” designando a un rabbi en el mismo. Si bien desde el momento en que comenzó a perfilarse la constitución de este frente, liderado por Plural JAI incluyeron en sus propuestas estos proyectos, como también lo hizo el denominado Frente Comunitario, el haber rubricado este acuerdo no deja dudas de cuales son sus intenciones.
En los días hábiles siguientes se efectuó el control, por parte del Departamento de Socios de la AMIA, de que tanto los avalistas como los candidatos a representantes de socios titulares y suplentes presentados cumplieran con los requisitos estatutarios, dándoles a cada una de las listas la oportunidad de reemplazar a aquellos que no estaban en condiciones de ser avalista o candidato.
Por su parte, cada una de las listas incentivo su campaña publicitaria y varios rabinos de la comunidad solicitaron a los miembros y adherentes de sus instituciones que al momento de tener que decidir por que lista votar tuvieran presente que algunas de las listas oficializadas estaban proponiendo desconocer la Halajá.
Mientras tanto la elección de la AMIA trascendió la frontera de la comunidad: fue comentad en amplios artículos en el suplemento Enfoques del diario La Nación y en las páginas de la edición dominical del diario Página 12; dirigentes que se candidateaban como futuros presidentes de la AMIA fueron reporteados en programas radiales y televisivos no comunitarios.
Estos hechos no fueron del agrado de muchos miembros de la comunidad, como tampoco el tenor de algunos de los mensajes publicitarios, preguntándose más de uno si tenía algún sentido tanta exposición mediática extra comunitaria.
¿Cuántos socios concurrirán a votar?, era el gran interrogante que se hacían los dirigentes que diariamente transitaban las dependencias del edificio kehilatí. Ni ellos, ni Tribuna Judía, lógicamente, sabíamos la respuesta, pues ese es un dato que sólo se sabrá cuando culmine el acto electoral.
Con esta pregunta sin respuesta, damos fin a la serie de notas y comentarios que durante varios meses hemos efectuado respecto a las elecciones de la AMIA, antes de que estas se realizaran Lo hacemos con un deseo, que sólo el transcurso del tiempo sabremos si se cumplió o no, que el resultado de este acto electoral no produzca la división de la comunidad.
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