|
En tanto judíos practicantes nosotros dedicamos una increíble cantidad de tiempo a rezar.
La gente pasa horas rezando en un día común de semana y muchas más durante el Shabat o en las Festividades.
El Rabino Avigdor Miller nos contó una vez que él tenía un Rebe (si recuerdo bien, un jasid que le enseñó toda la mesijtá ketuvot) que podía pasarse parado entre 6 y 18 horas!!
Cuando le preguntamos cómo hacía ese maestro para tener tiempo para dedicarse a otras cosas, él respondió que alguien que rezaba de esa manera estaba capacitado para conseguir mucho en muy poco tiempo.
Obviamente, esa devoción hacia la tefilá es sancionada por nuestros Sabios y ellos consideraron legítimo exigirla incluso cuando una persona siente que él podría usar mejor su tiempo estudiando Torá o realizando actos de tzedaká.
Para hacer que nuestras tefilot sean más efectivas y para hacer más rendidor el tiempo que le dedicamos a esta tarea, nos puede ser de utilidad conocer los méritos de la tefilá y la visión interior que tratamos de obtener.
En tanto seres humanos racionales y honestos seguidores de Hashem nosotros estamos obligados a preguntarnos a nosotros mismos las siguientes cuestiones:
¿Por qué rezamos?
¿D”s no sabe acaso qué es lo que hay en nuestros corazones, cómo nos sentimos y qué necesitamos?
¿A qué propósitos servimos?
¿Por qué resulta tan escencial para la vida espiritual de un judío?
¿Por qué repetimos las mismas frases una y otra vez?
¿Por qué debemos articular las palabras?
¿No es acaso suficiente con simplemente concentrarnos sobre las palabras?
NOSOTROS REZAMOS PARA “NOSOTROS MISMOS”
La evidente verdad es que Hashem no necesita de nuestras tefilot; nosotros las necesitamos para nosotros mismos.
La Tefilá representa la educación más importante para un judío y cuanto más nos dediquemos a nuestras tefilot, mayores beneficios obrendremos en muchos niveles.
La Tefilá nos ayuda a comprender a Hashem
La Tefilá nos ayuda a comprender quiénes somos y qué necesitamos de Hashem
La Tefilá nos recuerda las grandes verdades y los principios contenidos en la Torá.
Las frases concisas de la Tefilá sirven como títulos de capítulos; ideas profundas que el lector debe ir descifrando y que requieren mayor instrucción e inspiración.
La Tefilá nos ayuda a transportarnos hacia otro lugar. En medio de necesidades y deseos materiales, nosotros nos tomamos un tiempo para expresar una profunda conexión con Hashem en un plano metafísico.
El Shulján Aruj dice acerca de alguien que habla en la sinagoga:
“Lo iasiaj jolen bishah ss”tz jozer hatefilah. Ve im shaj hu joteh vi gadol ohno minshu vi gorim bo”
Uno no debe hablar en la sinagoga, y si alguien lo hace, él es un pecador; su pecado es una carga muy pesada para soportar, y uno debería retarlo con firmeza!.
“Shomer pir vilishono shomer metzarot nafshó”; nosotros podemos salvarnos a nosotros mismos de muchas tzarot permaneciendo en silencio!
¿Qué se debe hacer en lugar de hablar?
Recuerda el motivo por el cual viniste a la sinagoga: PARA REZAR!!
Durante jazarat hashatz, kriat Torá, y Tefilá: está prohibido hacer cualquier otra cosa; incluso estudiar Torá.
Antes de sacar el Sefer Torá y entre una aliá y la otra, uno puede estudiar, decir Tehilim, y quizas puede haber un Tehilim Mejulak sobre la mesa a fin de que todo el Sefer Tehilim pueda ser completado en lugar de todo el New York Times (el diario neoyorkino).
Usted puede pensar en la Parashá.
Piense acerca de cualquier cosa que le guste…
Pero ¡NO HABLE!
|
|
|
