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El próximo 17 de marzo se han de cumplir 19 años del día en que un brutal atentado terrorista destruyó la sede de la embajada del Estado de Israel en la Argentina. Como es ya tradicional, ese día, a partir de la hora en que se produjo el atentado, las 14.45 hs., se efectuará en la plaza erigida en el predio que ocupaba el edificio siniestrado el acto central conmemorativo, la intersección de las calles Arroyo y Suipacha de la ciudad de Buenos Aires y la noche anterior, a partir de las 20 hs. el acto que organiza la juventud comunitaria.
A diferencia de lo acaecido en otros lugares del planeta, han transcurrido casi dos décadas del 17 de marzo de 1992 y casi nada se avanzó en la investigación, pues si bien hace unos años la justicia argentina determinó que fue efectuado por un grupo terrorista fundamentalista musulman, sus integrantes debieron – al igual que en el caso del atentado al edificio de la AMIA – contar con colaboración local.
Nuevamente en ambos actos programados hemos de escuchar testimonios de familiares de las víctimas fatales y/o de sobrevivientes del atentado, discursos de dignatarios israelíes y funcionarios gubernamentales argentinos, ninguno de los cuales nos permitirá superar el sentimiento de impotencia que tenemos ante la falta de esclarecimiento relacionada con la conexión local y el castigo de quienes la integraron.
Pese a esto es necesario que los miembros de la comunidad apoyen, con su presencia, a los familiares de las víctimas y a los sobrevivientes.
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