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Sherit Hapelitá, Asociación Israelita de Sobrevivientes de la Persecución nazi en Argentina y Generaciones de la Shoá en Argentina, editaron a fines del 2010 un valioso material titulado “Los Niños Judíos Acusan”, traducción del libro “Dzieci oskarzaja” basado en testimonios materiales de archivo del Jewish Historical Institute, publicado en polaco por prmera vez en el año 1947 por el Centralna Zydowska Kamisja Historyczna w Polsee (Central Jewish Historial Commision in Poland) y en una segunda edición por Fujdacja Shalom (Fundación Shalom) en Varzovia, en 1993.
Traducido al español por Iwonna B. Czechowicz y corrección de Eva Eisentaedt, este texto llega a nuestra comunidad gracias al esfuerzo de José Moskovits, Presidente Honorario de Sherit Hapleita, quien en el Prefacio afirma “Desde el día en que mi esposa, Elena Moskovits tomó contacto con estas dramáticas historias de niños de la guerra sintió que era su deber darlas a conocer y buscar el camino para su publicación. Acompañe gustoso esta valiosa iniciativa – y, como cónyuge y Presidente Honorario de Sherit Hapleitá gestioné ante el Instituto Histórico Judío de Polonia la autorización para concretar su deseo. No alcanza la imaginación para comprender cómo fue posible que estos mal llamados seres humanos, sádicos nazis representantes del Tercer Reich, fueran capaces de ensañarse a tal extremo con niños inocentes, desconocedores de la absoluta maldad y de odio perpetrado contra ellos. (…) Leer estos relatos resulta escalofriante. Sin embargo, es digno de rescatar que aún en las peores circunstancias, el ser humano es capaz de recomponerse y relatar – hasta donde sea posible – su propia experiencia dramática, así como lo han hecho estos chiquitos, cuyas edades oscilan entre 4 y 12 años de edad. Es loable la tarea de aquellos voluntarios que escucharon y tomaron testimonio y de los miembros del Instituto Histórico Judío que recopilaron estos recuerdos fragmentados, despedazados y desflecados, expresados en un genuino lenguaje infantil. La Humanidad deberá hacerse cargo una vez más de las atrocidades cometidas por el nazismo y los estados cómplices, amparados en una sociedad que no se quiso oponer a la más brutal ideología del siglo XX”.
Consideramos que estas palabras de don José Moskovits son por demás ilustrativas del contenido de este libro, que como decimos al inicio de este comentario es un valioso material que refleja las vivencias de testigos directos de la Shoá, niños entre 4 y 12 años, cuyo testimonio fue tomado no bien concluyó la Segunda Guerra Mundial.
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