Si en los tiempos del Rambam hubiesen existido los alimentos procesados y refinados, no caben dudas de que él hubiera advertido sobre los riesgos de consumirlos.
Los alimentos naturales y crudos contienen importantes componentes que son necesarios para ayudar a metabolizar sus calorías de manera natural, en tanto que en los alimentos refinados y procesados, al faltar estos componentes, las calorías no pueden ser eficazmente procesadas por nuestro organismo. Por lo tanto, las dietas basadas solamente en el recuento de la cantidad de calorías que se insumen están predestinadas al fracaso.
Compre adecuadamente
Toda dieta comienza con la compra del supermercado. Prepare una lista y compre solamente aquello que usted necesita para armar una dieta saludable. Todo aquello que usted ponga en su carrito de compras, seguramente va a ser consumido. Así que, sea cuidadoso con aquello que elija.
Evite la comida chatarra
Aléjese de la comida procesada, instantánea, congelada y que contenga grasas. En especial, evite toda clase de snacks, dulces y comida chatarra. La mayoría de los productos de origen animal, incluida la carne, los lácteos y los huevos, contienen sustancias potencialmente dañinas como hormonas, antibióticos y grasas saturadas. Así que manténgalas a distancia lo más posible.
Elija lo natural
Está probado que una dieta basada en alimentos que crecen en la tierra es la más beneficiosa, por lo tanto trate de obtener proteínas de fuentes vegetarianas, como legumbres, hojas y tallos, y eventualmente, ingiera peces de aguas frías. Asegúrese de ingerir una buena dosis de frutas y vegetales, granos enteros, miel y especias naturales. Es importante también que consuma con moderación grasas no saturadas que se encuentran en nueces, paltas y aceite de oliva, para contribuir a que descienda de peso y a aumentar su salud general.
Alimente su espíritu
Nuestro bienestar espiritual juega un rol escencial en nuestros hábitos alimentarios. Cuando estamos de buen ánimo no deseamos comer tanto, mientras que cuando estamos mal anímicamente tendemos a buscar algo dulce o algún snack. Desde la infancia nosotros ya sabemos que la comida no sólo es una fuente de nutrición sino además una fuente de bienestar, seguridad y amor. Una persona inteligente dijo cierta vez: “No me digas lo que comes –dime qué te carcome”.
Trate de responder a esa pregunta y usted estará en condiciones de cumplir con todos los requerimientos para un buen control de su peso, con mucha más facilidad.
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