Tanto en Israel como en casi todo el mundo occidental, el cáncer sigue siendo una de las causas de muerte más importantes. Sin embargo, para los israelíes mayores de 75 años, la principal causa de muerte es el ataque cardíaco.
Los israelíes viven más años y gastan más dinero en cuidados privados para la salud, pero el número de médicos practicantes sigue descendiendo, según un informe del Ministerio de Salud dado a conocer recientemente referido a tendencias en la Medicina en la última década.
Uno de los más resonantes descubrimientos es el aumento de tres años en la expectativa de vida para ambos sexos, que hace que para la mujer israelí la edad promedio se sitúe en los 83.5 años, mientras que para el hombre israelí sea de 79.7 años.
La tasa de cáncer, sin embargo, continúa en ascenso, y los judíos israelíes tienen un 6% más de probabilidades de ser diagnosticados con un cáncer, desde hace una década. Las formas predominantes son el cáncer de próstata y los tumores de piel. Si bien la tasa promedio descendió para las mujeres en un 4%, algunas formas tales como el cáncer tiróideo, de útero y de pulmones, así como el melanoma, continúan en asenso.
Los datos sobre niveles de cáncer entre los árabes israelíes son particularmente alarmantes. Los hombres tienen un 21% más de probabilidades de ser diagnosticados con cáncer y las mujeres un 11%. Las formas más comunes entre los árabes de sexo masculino son las de próstata o las colorectales; entre las mujeres árabes son el cáncer mamario, el uterino y el colorectal.
La incidencia de enfermedades gastrointestinales también subió considerablemente entre 2005 y 2009.
La tasa de personas con HIV aumentó de un 3.2 a un 5.9, en una población de 100.000 individuos, mientras que las personas con una forma activa de tuberculosis descendió significativamente, de 8.4 a 5, en un mismo número de población.
En promedio, los israelíes pasan cuatro días al año hospitalizados, que es el número más bajo de occidente.
El año pasado se registraron más de 160.000 nacimientos; la tasa coincide con la de otros países occidentales.
El año pasado hubo casi 26.000 médicos practicantes, lo cual constituye un descenso desde el año 2000. Hubo 8.000 dentistas (un descenso de 4 %), 41.000 enfermeras (un descenso de 7 %) y casi 6.000 farmacéuticos (un incremento del 28%).
Uno de los informes más impactantes es el pico registrado en gastos para medicina privada: un 42% del total de gastos en el año 2008, comparado con el 36%, en el año 2000.
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