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Aproximadamente un 56% de los ciudadanos jaredim de Israel viven bajo la línea de la pobreza, según lo informó días pasados el Ministerio de Industria, Trabajo y Comercio. Ellos representan el 20% del total de pobres del país en tanto que el resto de la población comprende sólo un 10%.
Estos descubrimientos, tomados de un informe sobre empleo entre la población jaredí, fueron presentados ante la Comisión de Trabajo, Salud y Bienestar Social de la Knesset días pasados.
El promedio de ingresos mensuales de una familia secular es de 12.000 shékels, mientras que en una familia jaredí sólo asciende a 6.100 shékels.
Las personas que se definen a sí mismas como seculares, ganan un promedio de 8.950 shékels por mes contra 6.100 de sus pares jaredíes.
Las mujeres seculares ganan un promedio de 5.700 shékels en tanto que las mujeres ortodoxas ganan 3.700.
Por otra parte, el 71% de las personas seculares trabajan por lo menos 35 horas por semana, mientras que el 52% de las ortodoxas lo hacen.
Unos 48.000 ortodoxos trabajan en el sector del comercio, lo cual representa meramente un 2.3% de todo el sector de la fuerza laboral. La mayoría de las mujeres jaredíes (66%) y de hombres (45%) trabajan en educación, trabajos comunitarios, salud o servicios públicos. Para las mujeres seculares los porcentajes son de 42% y del 20% respectivamente.
Por el mismo trabajo los ortodoxos cobran significativamente menos que sus pares seculares. Las tablas que comparan salarios de los trabajadores de hi-tech (alta tecnología) con lo que ganan sus colegas no religiosos, demuestran que un programador Java jaredí con tres a cinco años de experiencia, gana entre 11.000 y 15.000 shékels por mes; un no jaredí en el mismo empleo gana entre 16.000 y 24.000 shékels. Como líder de equipos de desarrollo de softwares la diferencia es aún mayor: entre 16.000 y 18.000 shékels un religioso comparado con 27.000 a 30.000 un no religioso.
En promedio, los jaredim tienen más años de educación que sus colegas seculares -14.2 versus 13.3. Pero la mayoría de ellos se llevan a cabo en instituciones de Torá, lo cual no los ayuda a ubicarse en el mercado laboral. Y mientras que el 76% de los hombres seculares usan computadoras, sólo el 38% de los jaredim lo hace.
Aumento de la pobreza
Una cuarta parte de los israelíes viven bajo la línea de la pobreza, de acuerdo al informe anual sobre pobreza publicado recientemente por el Instituto de Seguros Nacional.
Según dicho informe, presentado por la Directora General Esther Dominicini y por el Ministro de Bienestar Social Itzjak Herzog, la pobreza creció un 0.6% en 2009, dejando a 15.000 nuevas familias bajo la línea de la pobreza.
La mayoría de las familias pobres provienen de las comunidades árabe y ortodoxa judía, de acuerdo con el informe.
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