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Durante una visita llevada a cabo recientemente por representantes de las comunidades cuáqueras de los EE.UU. y de Suiza al Muro de los Lamentos, éstos pidieron perdón al pueblo judío por el silencio de su grupo durante el exterminio de judíos llevado a cabo por los nazis durante el Holocausto.
Parte de lo que hizo que esa visita fuera tan especial fue el hecho de que los cuáqueros, un desprendimiento de la Iglesia Manonita, que siempre rechazó la tecnología moderna, no utilizan normalmente los medios de transporte modernos tales como los aviones, en los cuales ellos viajaron para llegar a la Tierra Santa.
De acuerdo a un anuncio hecho por la oficina del Rabino del Muro de los Lamentos y de los Lugares Sagrados, R. Shmuel Rabinovitch, quien se entrevistó con los visitantes, los delegados cuáqueros consideraron de gran importancia su llegada a Israel a fin de expresar su arrepentimiento, así como para declarar su apoyo incondicional al pueblo judío y al estado de Israel.
Los miembros de la delegación enfatizaron el hecho de que no aspiran ni a obtener una respuesta por parte del pueblo judío ni a hacer proselitismo, sino que sólo quieren apoyar a Israel por la sencilla razón de que no lo hicieron en el pasado.
Los representantes cuáqueros también se comprometieron a que, de hoy en adelante, ellos expresarán públicamente su apoyo al pueblo judío, especialmente frente a las expresiones de odio del presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad y sus secuaces
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