El ministro de Economía, Amado Boudou, en una conversación que calificó de privada les dijo a dos periodistas, uno de Clarín y el otro de La Nación, que el trabajo que estaban haciendo era similar con el de quienes durante la Shoá sacaban de las cámaras de gas los cuerpos de los judíos asesinados por el nazismo.
Esas expresiones tomaron estado público y generaron duras protestas por parte de diversos ámbitos de la comunidad, entre ellos de la DAIA, por considerarlas, cuanto menos, una banalización de lo ocurrido en los campos de extermino nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Debido a que el ministro Boudou realizó esa penosa comparación en los Estados Unidos, no explicó lo ocurrido, si bien trascendió en los medios de que estaba dolido por el efecto causado por sus expresiones y no bien llegó a Buenos Aires, el ministro solicitó ser recibido por la DAIA a fin de aclarar lo ocurrido y concurrió a la sede de la representación política de la comunidad el martes 12 de octubre a la mañana.
Lo recibió el presidente de la institución, Aldo Donzis, acompañado por los vicepresidentes Ángel Schindel y Sergio Witis, el secretario Fabián Galante y el tesorero Mario Comisarenco.
Luego de un reunión a puertas cerradas de casi una hora de duración, Amado Boudou y Aldo Donzis ofrecieron una conferencia de prensa a la importante cantidad de periodistas que estaban cubriendo la visita del ministro a la DAIA.
Amado Boudou reconoció que había dicho lo que había sido difundido, afirmando que fue “una metáfora inapropiada” pues su intención no era menospreciar lo ocurrido en la Shoá, pues que sus palabras estuvieron dirigidas a dos periodistas que estaban molestos por las políticas editoriales de los medios en donde trabajan, diarios que – según la opinión del ministro – difunden mentiras y tienen una política antinacional.
Por su parte el presidente de la DAIA, Aldo Donzis, afirmó “el propósito de esta reunión era posibilitarle al ministro venir a dar las explicaciones de que ocurrió con aquellas lamentables declaraciones, que ya el ministro reconoció como erróneas o inadecuadas, inapropiadas, así que en esos términos lo hemos aceptado, las hemos visto de buen grado - a pesar que las declaraciones - que haya tomado la dedición de acercarse hasta acá para manifestar este reconocimiento y lo quiero volver a enmarcar pues sino pareciera que en la reunión que hemos mantenido hemos hablado de política internacional, y no fue así.
El encuentro se enmarcó exclusivamente en estos hechos, en el cual esas declaraciones que tienen un contenido de altísima sensibilidad para lo cual la DAIA siempre que ocurran estas situaciones va a volver a salir a expresarse de la manera en que lo hizo. Yo agradezco que nos mantengamos dentro de este marco que es lo más apropiado”.
Al finalizar la conferencia de prensa se distribuyó un comunicado, que horas después fue modificado.
Independientemente de está duplicidad, una desprolijidad que no debió ocurrir, se debe destacar que ministro Amado Boudou concurrió a la DAIA por propia iniciativa a dar sus explicaciones sobre la “metáfora inapropiada” que utilizó, un hecho – el concurrir a la DAIA a dar explicaciones - que no tiene antecedentes, por lo menos en las últimas tres décadas.
Que esto ocurriera es una muestra m´`as de la relevancia que las instituciones centrales comunitarias, en este caso la DAIA, tienen en la sociedad argentina
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