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El que una vez fuera el vigoroso castaño que cada día saludaba a Ana Frank mientras estaba en el escondite que le permitía refugiarse de los nazis, fue derrumbado por el viento y la intensa lluvia del mes pasado en Amsterdam, Holanda.
Su caída afectó a varios jardines de alrededor, pero los edificios cercanos, incluído el museo de la Casa de Ana Frank quedaron indemnes. Nadie resultó herido, según un vocero del museo.
“Alguien gritó: ¡se está cayendo! ¡el árbol se está cayendo!, e inmediatamente escuchamos el ruido. Afortunadamente nadie salió lastimado”, agregó el vocero.
En 2007 se lanzó una campaña para salvar el castaño, ampliamente conocido como El Arbol de Ana Frank luego de que las autoridades de la ciudad estimaron que su estado era inseguro y ordenaron tirarlo abajo. Luego de una batalla en la corte se suspendió la ejecución a último momento.
El árbol, que tenía 150 años, sufría de hongos y de moho que habían afectado más de la mitad de su tronco. Hace dos años se rodeó al árbol con un sostén de seguridad metálico para evitar su caída, pero las lluvias y los vientos recientes hicieron que el mismo fallara.
Se hicieron muchos clones del árbol, 11 de los cuales están plantados en diversos sitios de los EE.UU., y 150 en un parque de Amsterdam. Se desconoce aún si el original será reemplazado por otro árbol plantado en el mismo sitio, dado que pertenece a una propiedad privada de un residente del vecindario.
La joven judía hizo diversas referencias al árbol en el diario que escribió a lo largo de los 25 meses que permaneció en el refugio hasta que junto con su familia fueron arrestados, en Agosto de 1944. Ana Frank falleció de tifus en el campo de concentración de Bergen-Belsen, en Marzo de 1945. Su diario fue descubierto y publicado después de su muerte y se convirtió en el domumento más ampliamente leído en todo el mundo que fuera escrito durante el Holocausto.
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