La Voz Judía


La Voz Judía
Historias de sucot
Rebe y Jasid hasta el final

El Bnei Yissasjar, Rav Tzvi Elimelej de Dinov, sabía que pronto llegaría su final sobre esta tierra. En consecuencia les pidió a todos que lo dejaran solo en su cuarto de manera de poder prepararse, sin ser molestado, para su viaje el Mundo por Venir. Su familia y amigos, llenos de lágrimas, salieron de la habitación. Un pesado silencio se hizo en toda la casa mientras ellos esperaban.
“Yo quisiera ver al Rebbe”, dijo el jasid, un judío sencillo que había quebrado el silencio con su ruidosa entrada en la casa del Rebe.
“No es posible”, le respondió el gabai. “El Rebe no quiere que nadie lo moleste hoy”.
“Pero yo quiero ver al Rebe! Es importante!”.
Las palabras angustiadas del jasid llegaron hasta los oídos del Rebe, quien reconoció al hombre por el sonido de su voz.
Ese jasid no era, sin embargo, un estudioso, ni alguien que se destacara particularmente en la tefilá. Sin embargo, él era extraordinario en un área: emunat jajamim, la fe en los sabios. El nunca había dado un paso –ya sea que se tratara de un tema de negocios o de crianza de los hijos- sin antes consultar al Rebe para pedirle su consejo.
Después de tantos años de ser un jasid creyente, él ni siquiera había empezado a tomar sus propias decisiones, razón por la cual su pedido de ver al Rebe era tan persistente.
“Déjenlo entrar”, le dijo el Rebe a su sorprendido gabai.
El jasid se disculpó por molestar al Rebe; pero ¿qué otra cosa podía él hacer? Unas pocas semanas atrás él había seguido las instrucciones del Rebe y había comprado una gran cantidad de lana a crédito. Después, hacía unos pocos días, el precio de la lana había caído abruptamente.
“Si yo vendo la lana cuando el precio está tan bajo voy a quedar en la ruina, Rebe”, le dijo llorando el jasid. “¿Qué me aconseja hacer?”.
El gabai se horrorizó viendo que los últimos momentos del Rebe habían sido perturbados por una cuestión tan trivial. Sin embargo, al Rebe no parecía molestarle para nada el asunto.
“Espera hasta unos días antes de Sucot”, le dijo con voz tenue el Rebe al jasid. “El precio va a subir. Entonces véndelo”.
Poco después, ese mismo día, el Rebe dejó este mundo. El jasid hizo lo que el Rebe le había aconsejado. Tal como el Bnei Yisasjar le había dicho unos días antes de Sucot el precio de la lana había subido hasta el cielo. El jasid hizo una ganancia tan enorme con su venta que nunca más tuvo que preocuparse por el dinero.

 

La tribuna Judía 34

Redacción y Administración: Lavalle 2168 Of. 37 ( C.P. 1051) de 15.30 a 18.00 Hs.
Tel.: 4953-7132 / Telefax.: 4961-0954

Tribuna Judía
Una voz que ahonda en las raices judías

Aparece quincenalmente
Director: Prof. Pedro E. Berim
Diseño y Diagramación: Luminaria Design

Propietario
Unión de Israel en la argentina (U.D.I.)

Registro Nacional de la Propiedad Intelectual #187.257