De acuerdo a la impresión de un rabino ortodoxo que recientemente volvió a visitar Seúl luego de cuatro décadas, la radiante capital estaba perdiendo su espíritu, aunque había sido reconstruída en su totalidad.
La primera vez que estuvo había visto pocas estructuras destacables aparte del Bando Hotel que está cerca del Seúl City Hall. Esta vez, vio grandes construcciones, pero según su opinión, los valores tradicionales se están evaporando.
“Cuarenta años atrás, Corea era muy pobre dado que se estaba recuperando de la guerra, pero yo sentí que los coreanos tenían un espíritu maravilloso y que respetaban su antigua historia. Al volver ahora a Corea, siento el temor de que los avances tecnológicos hayan dado por tierra con el espíritu de Corea”, dijo el rabino Marvin Tokayer.
La primera visita de Tokayer fue como rabino en una base de la fuerza aérea. Esta vez, volvió para dar una conferencia sobre las enseñanzas del Talmud.
“La educación en el hogar también es muy importante”, dijo. “El Talmud no es un libro que uno lee en una noche, sino que es un estudio que se hace durante toda la vida, y los judíos estudian durante toda la vida”, agregó.
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