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Jerusalem- Hace un año atrás ellos estaban viviendo en la costa del Rio Amarillo de China. Hoy, los siete jóvenes que usan yarmulke y tzitzit se encuentran en el centro de Jerusalem hablando sobre sus vidas como estudiantes de Ieshivá en Israel.
A finales de julio, al día siguiente del Ayuno de Av, cuando todas las ieshivot se toman vacaciones de verano, este grupo sigue funcionando sin detenerse.
Ellos provienen de una comunidad que ha fascinado a los judíos por siglos: la Comunidad Kaifeng de China.
Se cuenta que los judíos se establecieron en China en el siglo VIII o IX. Se cree que en un momento tope, había unos 5.000 judíos en Kaifeng, sin embargo, la comunidad se desintegró a mediados del siglo XIX, tras el fallecimiento de su último rabino, y los miembros que no lo hicieron era porque habían dejado de pertenecer a ella por haber formado matrimonios mixtos y haber abandonado la mayor parte de los aspectos de la observancia religiosa.
Los siete estudiantes de Jerusalem son descendientes de esta comunidad, de familias que mantuvieron un cierto sentido de su identidad judía, en algunos casos por reminiscencia de sus antepasados Marranos de España y Portugal, retuvieron algunas tradiciones.
Ellos ya se ganaron un lugar en la historia como el primer grupo de hombres Kaifeng que estudió en una ieshivá de Israel. Pero ellos quieren convertirse al Judaísmo tan pronto como sea posible, y bajo la Ley del Retorno, cambiar sus visas de visitantes por otras de Olim, y quedarse a vivir en Israel en forma permanente. Su programa de estudios los está preparando para sus exámenes de conversión.
Se cuenta que los judíos de Kaifeng eran comerciantes de Persia o de Irak que hicieron su camino hacia oriente siguiendo la Ruta de la Seda y se establecieron en la ciudad gracias a la aceptación del emperador chino.
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