Luego de un mes de innumerables gestiones destinadas a solucionar las diferencias que provocaron el pedido de licencia del tesorero de la DAIA, Ariel Cohen Sabban,y los dos protesoreros Bernardo Zabusky y Jorge Leicach; estos dirigentes renunciaron a sus cargos, lo que fue aceptado el pasado lunes 9 de agosto por el Consejo Directivo de la institución, que a la vez designo a tres vocales para ocupar los lugares de los renunciantes: tesorero, Dr. Mario Comisarenco; portesorero 1º, Dr. Martin Magram; y protesorero 2º, Dr. Bernardo Tobal.
Si bien lo ocurrido entraba dentro de las posibilidades, en los días previos a la presentación de las renuncias se presumía que Ariel Cohen Sabban reasumiría su cargo, en base a que había mantenido reuniones con el presidente de la DAIA, Aldo Donzis y con el secretario genera, Fabián Galante.
Respecto a las motivaciones que llevaron a Cohen Sabban, a Zabusky y a Leicach a tomar está drástica medida, renuncia, ninguno de los tres realizó declaraciones a los medios de prensa comunitarios. Por su parte cuando consultamos a Aldo Donzis, este nos dijo que como consecuencia de visiones diferentes sobre la manera de conducir la administración de la institución se produjo el reacomodamiento general, con el cual no concordaban los miembros de la tesorería pero si la mayoría del Consejo Directivo y que por eso renunciaron.
Es indudable que en la DAIA, a partir de la asunción de las autoridades electas en la Asamblea del 2 de noviembre pasado, como consecuencia del ingreso de dirigentes que no formaron parte de la conducción anterior, se fueron produciendo cambios y desde hace varios meses era sabido en el ámbito comunitario que algunos de ellos no eran del agrado ni de Cohen Sabban ni de Bernardo Zabuski, lo que generaba ríspidos intercambio de opiniones durante las sesiones del Consejo Directivo de la DAIA.
Debemos reconocer que pese a esas diferentas, la DAIA no dejó de realizar sus tareas específicas, respondiendo con prontitud a todo acto antisemita, antisionista, negacionista de la Shoá y del derecho a la existencia del Estado de Israel, como también a cualquier postura pública discriminatoria o segregacionista que ocurriera en el país.
Por otra parte les deseamos el mejor de los éxitos a los tres dirigentes que asumieron la responsabilidad de ocupar los cargos dejados vacantes, resaltando que están haciendo un gran esfuerzo, pues en su momento aceptaron ser postulados para ocupar vocalías.
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