Durante más de un año, Laura Miller ha estado viviendo una doble vida.
De día, ella es una aplicada asistente administrativa. Pero al caer la noche, cuando todo el mundo duerme, ella se transforma en algo completamente distinto.
No, no se trata de que ella tenga una personalidad al estilo de Dr. Jeckyll/Sr. Hyde. En vez de ello, Miller es una mujer que tiene una misión de buena voluntad, realizando al azar actos de generosidad para estranjeros que nunca antes había conocido y que tampoco volverá a ver nunca más.
Miller, de 32 años de edad, recientemente se dio a conocer como la mujer que está detrás de la “Agente Secreto L.”, cuyos actos de bondad se han irradiado por todo Pittsburgh desde Julio de 2009.
El proyecto comenzó con el cumpleaños de una amiga íntima. La amiga le sugirió a Miller que en lugar de llevarle un regalo realizara un acto de bondad en su nombre. Por lo tanto, con una simple flor enganchada debajo de los limpiaparabrisas de un vehículo desconocido, la Agente Secreta L. inició su secreta carrera enmascarada.
Miller dejó documentadas todas sus misiones secretas, publicando fotos de los regalos –todos ellos sin costo alguno- tales como tarjetas de regalo de 5$ de Starbucks, un rollo de vales para Laundromat y tarjetas decorativas. Todos los regalos van acompañados con una tarjeta comercial con la impresión de “secret-agent-y”, hecha en una tipología mística. Ellos son distribuidos en forma secreta, a menudo al caer la noche. Algunas veces son puestos sobre coches o pegados en los carritos de compras de los supermercados.
Dar por el solo hecho de dar es algo contagioso. Y la idea prendió rápidamente.
Actualmente, Miller tiene 80 “Agentes Asociados” a lo largo y a lo ancho de los EE.UU. y también en el exterior, y ellos están poniendo en práctica la idea en sus propias ciudades.
Ella trata de realizar al menos una misión por semana, pero señala que “si yo tuviera dinero, podría hacerlo cotidianamente”. Ella dice del proyecto que es “uno de los honores más grandes de mi vida”.
Ella espera que sus regalos anónimos lleven alegría a quienes puedan estar atravesando por un mal momento, si bien nunca se queda para ver quién es la persona que los encuentra.
“Yo creo que es parte de la diversión el poner simplemente el regalo en ese lugar e irse, y sólo saber que alguien va a encontrarlo, sin importar quién”, dice.
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