Investigadores israelíes y británicos señalaron que una lámpara encendida durante toda la noche puede afectar el proceso de división celular.
Los académicos Dra. Rachel Ben-Shlomo, de la Universidad de Haifa en Israel, y Charalambos Kyriacou, de la Universidad de Leicester, en Iglaterra, declararon que un simple “pulso” de luz artificial durante las horas nocturnas es capaz de provocar una disrrupción en el “reloj” circadiano del organismo y afectar el modo en que se dividen las células del cuerpo.
“El daño efectuado en la división celular es característico del cáncer, y en consecuencia es importante comprender las razones de ese daño”, declaró la Dra. Ben-Shlomo.
Ben-Shlomo, Kyriacou y colegas expusieron a ratones de laboratorio a 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad. Durante las horas de oscuridad, un grupo de ratones fue expuesto a la luz artificial durante el transcurso de una hora.
Los estudios realizados con ratones, publicados en la revista Cancer Genetics and Cytogenetics, vinculan la exposición a la luz artificial con los cambios en los relojes biológicos de las células –lo cual afectó a los genes que controlan cómo forman el cáncer las células y cómo lo combaten.
“Lo que es seguro es que la división celular natural se vió afectada”, dijo la Dra. Ben Shlomo.
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