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Justo cuando los judíos de todo el mundo rogaban por su recuperación, se dio a conocer la triste noticia del fallecimiento del ex Gran Rabino HaRishon LeTzion, Rav Mordejai Eliahu.
Más de 100.000 personas, sefaradíes y Ashkenazíes, se congregaron para tomar parte en el funeral que se realizó en Jerusalem días pasados y que duró desde las 10 de la noche hasta la una de la madrugada. Ambos costados de la autopista que va desde Tel Aviv hasta Jerusalem estaban repletos de autos detenidos cuyos pasajeros debieron estacionar y llegar a pie hasta donde se realizaba el funeral.
Rabi Eliahu, de 81 años, fue el reverenciado líder espiritual del mundo sionista-religioso durante muchos años y era respetado por todas las corrientes debido a su brillantez, su erudición y su amabilidad. Su sabiduría relativa a todas las áreas de la ley judía era legendaria. El alentaba a los colonos de todo Israel y se opuso a la expulsión de Gush Katif.
Durante casi un año estuvo internado en el Centro Médico Shaarei Tzedek de Jerusalem y en los últimos tiempos su salud se deterioró severamente.
El cortejo fúnebre partió de Heijal Yaacov, la sinagoga del Rabino y centro de estudios de Torá, ubicada cerca de la casa de la familia Eliahu en el barrio de Kiriat Moshe en Jerusalem. La policía cerró las calles del área.
El primer ministro Binyamin Netanyahu emitió un comunicado expresando que toda la nación estaba de duelo por la pérdida de un gran líder rabínico.
En el funeral hablaron grandes dirigentes rabínicos del mundo, incluídos el Gran Rabino Sefaradí Shlomo Amar y el Gran Rabino Ashkenazí Iona Metzguer.
Al enterarse de la triste noticia, Rabi Jaim Druckman, presidente del Movimiento Bnei Akiva y de la Ieshivá Or Etzion, expresó con la voz quebrada:
“Estamos huérfanos, nos hemos quedado sin nuestro padre…”.
El alcalde de Jerusalem Nir Barkat, quien estudia Torá semanalmente con el Rabino Zafrani, el asistente de Rav Eliahu durante muchos años, expresó un elogio durante el funeral.
Rabi Shalom Wolpe, de la Task Force Tierra de Israel, dijo: “Hemos perdido a uno de los grandes líderes del Pueblo de Israel. El luchó con valentía por la integridad de la Tierra de Israel, y el amor a Israel latía en su corazón. La pérdida de un hombre justo es tan terrible como la destrucción de la Casa de nuestro D”s; ¿quién podrá reemplazarlo?”.
Rabi Mordejai Eliahu había nacido en el año 1929 en la Ciudad Vieja de Jerusalem en el seno de una ilustrada familia de Bagdad; su padre era un reconocido Cabalista y su madre era nieta de una hermana del famoso Ben Ish Jai. Desde joven era conocido como un prodigio y siguió en esa línea hasta llegar a ser el Juez más joven de la Corte Rabínica.
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