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En Shavuot el Todopoderoso se reveló Si Mismo como dando y a los judíos como recibiendo la Torá en el Monte Sinaí en el año 2448 después de la Creación (hace 3322 años).
La declaración de los Judíos “naasé venishmá” –nosotros haremos y escucharemos- fue un compromiso necesario para nuestra propia aproximación a recibir la Torá y a realizar sus mitzvot.
La persona judía comprende que la Torá de D”s tiene una infinita sabiduría que vá mucho más lejos del puñado del intelecto humano, y aún cuando las razones de las mitzvot parezcan estar más allá de nuestra comprensión, nosotros debemos seguir cumpliéndolas.
El único factor común existente a lo largo de los años de historia Judía en todas las latitudes y bajo todas las circunstancias, son la Torá y las mitzvot, que los judíos han observado con tenacidad en sus vidas cotidianas.
El secreto de nuestra existencia reside en el hecho de que somos “un pueblo que vive de un modo singular”, cada uno de nosotros, sea hombre o mujer, creyendo en un Unico D”s, llevando una vida acorde a la Torá, que es eterna e inmodificable.
Sólo a través de la Torá nosotros podemos cumplir con nuestro propósito de ser ante D”s un “reino de sacerdotes y una nación sagrada”, resultando ser de esta manera también “…un tesoro para toda la humanidad”.
Todo hombre, mujer y niño, incluyendo a los más jóvenes, deben asistir a los servicios religiosos al menos en el primer día de Shavuot, el Miercoles por la mañana, 19 de mayo de 2010, y escuchar la lectura de la Torá donde habla de los Diez Mandamientos.
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