El cambio real – alterar nuestros rasgos negativos de personalidad, alejándonos de las conductas autodestructivas y desarrollando hábitos espirituales buenos – toma tiempo. Es por esta razón que no damos un salto desde Pesaj (dejando Egipto), hasta Shavuot (recibiendo la Torá). En vez de eso nos acercamos, paso a paso, día a día, hacia nuestra meta.
Desde la segunda noche de Pesaj, los judíos comienzan a contar los 49 días del Omer. A diferencia de la mayoría de las “cuentas”; así como un conteo regresivo en Cabo Cañaveral o el conteo de los Top 40 en la radio, nosotros contamos hacia arriba. Esto es porque estamos interesados no solamente en el evento que ocurrirá al final del conteo - celebrar nuestro recibimiento de la Torá en el Monte Sinai - sino también en la cuenta misma.
Los 49 días del Omer son como 49 peldaños de una escalera - pequeños y graduales pasos hacia la meta crítica. Este movimiento paso a paso, alejó a nuestros ancestros de la “mentalidad de esclavos” que había sido impuesta sobre ellos durante 200 años de esclavitud en Egipto. Nuestros ancestros interiorizaron las voces de sus opresores, y en muchas formas, olvidaron lo que era vivir vidas llenas de opciones y esperanza. Como esclavos, el atributo que más define al hombre, el libre albedrío, nos fue negado.
Luego de nuestra impresionante salida de Egipto, el Creador nos hizo pasar 49 días alejándonos cada día un poco más de la vida de zánganos, para llegar a ser individuos autónomos hechos y derechos, quienes podían tomar sus propias decisiones. Cada día contado, nos acercó a ser realmente libres, no sólo físicamente (como fuimos en el momento en que el ejército egipcio fue ahogado bajo las olas), sino espiritual e intelectualmente. Cuando el pueblo judío contó siete semanas después del éxodo de la tierra de Egipto, conocida en hebreo como Mitzraim o “estrechez”, fuimos capaces de divorciarnos de nuestro antiguo estilo de vida y abrazar nuestra elección de la Torá.
El cambio real toma tiempo y determinación.
Ni nosotros ni nuestros ancestros somos como Superman, capaces de saltar altos edificios en un salto. No podíamos dejar atrás el estilo de vida y la conciencia de una sociedad hedonista como Egipto de la noche a la mañana. El cambio real toma tiempo y determinación.
Hoy en día todo es acceso instantáneo. La mayoría de nosotros tiene acceso instantáneo a nuestro e-mail a través de Blackberries, acceso instantáneo a nuestras cuentas de banco a través de cajeros automáticos, y gratificación instantánea gracias a los hornos microondas y la comida chatarra en empaque individual. Esperamos resultados inmediatos cuando comenzamos una dieta. Pero el cambio duradero requiere subir por la escalera lentamente, alterar nuestras conductas de forma creciente, un paso a la vez. Incluso la montaña más alta es escalada de un paso a la vez.
¿Qué podemos hacer prácticamente para cambiarnos a nosotros mismos y prepararnos no solamente para Shavuot, sino para la vida en general? Primero, podemos decidir intentar – aunque sea solamente por cinco minutos al día – de mejorarnos de alguna manera. Quizás necesitamos ir más allá del nivel de hebreo de nuestra escuela; podemos comenzar dedicando cinco minutos cada día con un tutor o un amigo a aprender el alfabeto en hebreo. Quizás estamos interesados en volvernos más amables; podríamos pasar cinco minutos llevando comida a alguien que está confinado, o visitar a una persona enferma en el hospital, o ayudar a alguien cargando sus compras. Puede ser que queramos entender mejor la antigua sabiduría de la Torá. Así que puedes dedicar cinco minutos de tu tiempo de almuerzo para leer en internet acerca de la parashá semanal.
Cuando nos enfrentamos a grandes desafíos – como por ejemplo el desafío de controlar nuestro temperamento, o de no quejarnos – lo mejor es romper esos enormes obstáculos y transformarlos en desafíos más pequeños. Acércate a esas metas espirituales poco a poco, no en saltos tremendos.
Que todos podamos llegar a la cima de nuestras montañas personales y colectivas en Shavuot, a través de pequeños, pero firmes pasos hacia la Torá
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