Entrevista a Aliza Hausman, dominicana-americana convertida
El proceso de conversión de Aliza Hausman comenzó hace cuatro años atrás. Primero se interesó por el Judaísmo cuando todavía era una jóven estudiante del secundario. Un sobreviviente del Holocausto les habló a los estudiantes en su escuela y la idea de la supervivencia le quedo resonando en la mente.
En una entrevista realizada por Jewish Press ella habla de su decisión de convertirse y de sus deseos de ayudar a otras personas de color que están esperando convertirse al judaísmo.
-¿Puedes contarnos cómo fue que la historia de la sobreviviente te motivó a interesarte por el judaísmo?
Yo creo que en esos momentos tenía unos 13 años y estaba casi segura de no poder llegar hasta los 18. O mi madre me iba a matar o yo me iba a suicidar. Yo iba a la escuela con golpes y tenía que ocultarme cada vez. Y esta mujer vino y nos contó que ella había sobrevivido a algo inimaginable –inimaginable para la mayoría de mis amigos.
-¿Cómo te relacionaste con ella?
Para mi eso fue como encontrar a una persona de la cual pensaba que iba a entender todo por lo cual yo había estado pasando toda mi vida, que básicamente era ser torturada todos los días por mi madre. Yo pensé: “Y bien, si ella pudo sobrevivir, yo puedo sobrevivir”. Mi primer pensamiento fue: los judíos pueden sobrevivir a todo, y si yo me hago judía, probablemente también sobreviviré. Eso me dio esperanzas.
-¿Cuál crees que es el principal mensaje del Judaísmo?
Cuando yo era católica parecía que estábamos concentrados en ofrecer sacrificios al Cielo. Todo lo de la tierra era pecaminoso y sucio y malo. En el Judaísmo yo trato de ofrecer el Cielo a la Tierra. Trato de poner espiritualidad y santidad en todo lo que hago.
-¿Alguna vez te preocupaste de que siendo tan franca públicamente pudieras arruinar las posibilidades de tu esposo de conseguir un púlpito?
Tu te refieres a que tengo un blog desde el cual cuento todo lo relacionado con mi infancia, mi conversión, y sobre la vida como matrimonio interreligioso siendo mi esposo un estudiante de semijá en la Ieshivá Jovevei Torá…Y bien, yo me preocupo de ello todo el tiempo. Los amigos de mi suegra leen mi blog. Mi esposo se presentó para un interinato y el rabino leyó el blog. Yo creo que tengo buena suerte ya que a ellos les gustó mi blog. No siempre ocurre. Hay quienes me odian. Me dicen “no estás siendo Ortodoxa”, o “no estás siendo Dominicana”.
Pero yo lo sigo haciendo porque recibo cartas de todo el mundo que me dicen “gracias por compartir conmigo esa parte de tu vida”. Mucha gente podría hablar de abuso infantil, conversiones, identidades múltiples. Por eso me gusta seguir haciéndolo.
-¿Tú ayudas a los conversos a encontrar rabinos con los cuales trabajar?
Es algo que estoy haciendo desde hace un par de meses. Una de las cosas más difíciles de lograr es conseguir un rabino que lo ayude a quien quiere convertirse. Muchos rabinos están echando gente y no quieren verse más involucrados en conversiones. Y por eso yo trato de buscarles rabinos, gente de diferentes comunidades con los cuales se puedan conectar.
-¿Qué consejo le das a alguien que está en proceso de conversión pero que tiene conflictos con algunos aspectos de la Halajá o con las expectativas del rabino sobre él?
Muchos conversos me han preguntado cómo se pueden reconciliar los temas de mujeres y el feminismo con la Ortodoxia, cómo se puede reconciliar la homosexualidad con el Judaísmo. Yo soy muy clara. Yo creo honestamente que hay ciertas cosas que no pueden reconciliarse. Yo no pienso que tú no vas a tener conflictos con algunos temas. Los otros días un converso me preguntó: ¿Cómo te sentiste renunciando a Jesús? Muy sencillo: yo nunca lo tomé. Yo le recomiendo a la gente que se tome un tiempo.
Un converso me dijo algo así como: “Yo me quiero convertir, pero no estoy muy seguro de con qué movimiento”. Yo le dije que analice todas las posibilidades. Al principio dijo que quería con los Conservadores –él tiene una novia no judía que no quiere convertirse. El rabino conservador le dijo: “tienes que prometer que criarás a tus hijos como judíos”. El converso vino y me dijo: “¿Cómo lo puedo hacer? Eso es imposible porque mi esposa no es judía”. La vez siguiente decidió que se iba a dirigir a un Ortodoxo. No sé qué va a pasar.
-¿Qué mensaje le darías a la gente que se está convirtiendo?
Yo no creo tener algún mensaje para darles. Es muy distinto tratar con alguien que es un baal teshuvá, que está comenzando a estudiar, y esta necesidad de acercarlos. Pero un converso corre hacia el Judaísmo como un tren bala. Yo trato de explicarles que va a ser duro, no siempre va a resultar agradable, que van a haber cuestiones con los amigos y con la familia. Pero yo pienso que al final es algo que vale la pena.
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