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Shimon, el Justo, solía decir “el mundo está basado en tres cosas: la Torá, el servicio a D”s, y los actos de generosidad”. (Cap. 1, Mishná 2)
La Mishná plantea cuáles son las cuestiones más importantes del Judaísmo y que son también las de la vida: ¿cuál es la finalidad del mundo y cuáles son los motivos subyacentes por los cuales D”s lo creó? ¿por qué creó a la Humanidad y qué debemos hacer al respecto? El Plan Maestro de D”s no es algo que pueda ser explicado desde un análisis lógico. Sin embargo, en una frase corta, Shimon el Justo apunta a algunas ideas centrales que nos guían en la dirección correcta.
Los pensadores judíos resumen la creación del mundo por D”s como un acto único de bondad. D”s es perfecto e infinito, no necesita de un universo, no tuvo nada que ganar con la creación del hombre. Por lo tanto, podemos considerar el acto de la creación como un acto de altruísmo en bien de la humanidad.
Por otra parte, D”s es perfecto de verdad y sus actos deben ser considerados como actos de perfecta bondad. La creación fue un acto de absoluta falta de egoísmo: D”s que no necesita nada, creó un mundo a fin de darle todo al hombre.
Preguntémonos entonces algo obvio: si D”s quiso brindarle algo bueno al hombre, ¿por qué no nos ubicó directamente en el lugar del premio celestial; por qué nos puso en un mundo tan lleno de tentaciones; por qué hace las cosas dificultosas?
La respuesta reside en un concepto profundo: si D”s nos iba a “premiar” sin haber hecho nada, entonces no sería un “premio”, sería una humillación. Que nos tiendan una mano puede ser una experiencia embarazosa; obtener algo sin haberlo ganado, no nos hace sentir bien con nosotros mismos. Si D”s nos hubiera dado algo que no hubiéramos ganado, difícilmente nos sentiríamos “cerca” de El; nunca podríamos establecer ninguna clase de relación significativa con El en el Mundo Venidero –que de eso es realmente de lo que se trata. Así, D”s nos nos brinda la oportunidad de ganarnos y ser merecedores del premio.
Otra manera de servir a D”s es cuidar de la conducta de cada uno con su semejante; a través de ello, y construyendo relaciones llenas de sentido y sociedades armoniosas, nosotros servimos a D”s a través de nuestra interacción en el mundo.
Observar las mitzvot santifica nuestras almas y nos posibilita disfrutar de nuestra relación con la Divinidad. El cumplimiento de mitzvot nos acerca a D”s en el Mundo Venidero. Este concepto es el que mejor se aprecia a través del estudio de la Torá.
De modo tal que la finalidad del mundo es la de servir a D”s y obtener un premio; perfeccionar la creación de D”s en su totalidad, por medio de actos de generosidad, y a través del estudio de la Torá hace que nos desarrollemos como personas deseosas de disfrutar algún día del mayor placer que es la cercanía a D”s en el Mundo Venidero.
El Judaísmo es una religión de lógica, de sentido y de comprensión, tanto de D”s como de la humanidad.
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