Didi Henke, quien ha recibido un premio por su trabajo voluntario en Israel, dijo que se sintió shockeada al enterarse de la verdadera identidad de su padre a los 18 años. El había sido un oficial nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
A los 67 años, Henke todavía tiene dificultades para hablar del momento en que supo que su padre había sido un alto oficial de las SS. Ella decidió irse a Israel y dedicar su vida allí a ayudar a los sobrevivientes de la Shoá.
Ella conoció los antecedentes de su padre mientras estudiaba en la Universidad en Alemania. Allí buscó, entre los archivos de la universidad, fuentes de información y se enteró de que mientras fue oficial de las SS su padre había estado a cargo de la energía de la ciudad. Ella intentó hablar con sus padres sobre el tema, pero ambos se negaron a hacerlo. Desde entonces se distanció de ellos y viajó a Israel en 1978 por primera vez. Le gustó tanto que volvió 52 veces. En 1987, cuando se jubiló, decidió trasladarse definitivamente a Israel.
Desde 1990 Henke es voluntaria de Iad Sara, una organización de ayuda a los sobrevivientes del Holocausto. Ella vive en Jerusalem y dice que su trabajo le ha dado muchas satisfacciones. “Yo pertenezco a la segunda generación de alemanes (desde la II Guerra Mundial). Nosotros también podemos considerarnos responsables, de alguna manera, por lo sucedido entonces”, dice.
El Ministerio de Asuntos Sociales realizó una ceremonia homenajeando a Henke y a otros 1.500 voluntarios procedentes de Alemania, Holanda e Italia, que el año pasado estuvieron ofreciendo sus servicios en diferentes áreas.
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