Tal como viene ocurriendo en los últimos años, la juventud organizada de la comunidad judía efectuó un acto de homenaje a las víctimas y reclamo de justicia la noche previa al 17 de marzo, en la plaza Embajada del Estado de Israel ubicada en donde se encontraba el edificio atacado hace 18 años.
En esta oportunidad observamos que la cantidad de jóvenes, y algunos no tanto, fue superior a la de años anteriores, estimándose que unos mil se hicieron presentes respondiendo a la convocatoria que los mismos jóvenes y los familiares de las víctimas efectuaron sin un gran despliegue publicitario.
La estructura del acto se modifica año a año como consecuencia de que sus organizadores intentan no solo hacer hincapié en lo ocurrido, sino que también se tenga una cabal idea de la actividad diaria que se desarrollaba en el edificio. En esta oportunidad se proyectó un video en donde el hijo de Yaacov Tzur, el primer embajador del Estado de Israel en Argentina, contaba como fue su niñez en el edificio de Arroyo y Suipacha y el dolor y desasosiego al enterarse del atentado, hace 18 años.
Pero este acto también tiene aspectos formales que se repiten año a año, como ser la lectura de la nómina de víctimas fatales, el encendido de una vela de Izcor en memoria de los fallecidos y guardar un minuto de silencio en su homenaje, y que se pronuncien discursos.
En esta oportunidad quienes tuvieron la responsabilidad de hacerlo fueron el ministro de Seguridad Interior del Estado de Israel, Yitzhak Aharanovitch, Leandro Rodríguez de Oliveira, nieto de una de las víctimas, y Guillermo Wajner, miembro de una delegación de jóvenes del Uruguay.
Mientras que las palabras de Leandro Rodríguez de Olivera fueron el testimonio de cómo fue su vida sin su abuelo, una de las víctimas del atentado, ocurrido cuando él apenas tenía un año y medio, los discursos del ministro Aharanovitch y del joven Wajner se centraron en resaltar el aspecto judío del atentado a la Embajada y de que 28 meses después sufrió la AMIA.
El ministro Aharanovitch expresó, entre otros conceptos “El atentado contra la embajada de Israel en Buenos Aires, el 17 de marzo de 1992 y el atentado contra el edificio de la comunidad judía argentina [AMIA] el 18 de julio de 1994, en los que perecieron 114 personas y cientos heridos, fueron atentados perpetrados en la década del ’90 contra objetivos israelíes y judíos, y fueron considerados como los atentados más graves perpetrados en suelo argentino. Nosotros estamos hoy aquí para recordar a las víctimas y no olvidarlas. En el transcurso de esta visita que estoy realizando he expresado mi reconocimiento a los pasos significativos que parte importante de las naciones sudamericanas están tomando en la lucha contra el antisemitismo. El antisemitismo que últimamente vuelve a elevar su cabeza horrible debe recibir el tratamiento adecuado de las naciones en los que esos hechos acontecen. Ustedes tienen un rol importante para apelar a los países para que adecuen su política para luchar contra ese flagelo en los países en los que ustedes viven, para seguir confrontando sin consenso con el antisemitismo. El futuro de todos puede ser preservado y asegurado únicamente por un estado judío fuerte, el Estado de Israel.”
Por su parte Guillermo Wajner incluyó el siguiente párrafo “El atentado a la Embajada israelí fue un momento de dolor para el pueblo judío, y nosotros hoy 16 de marzo de 2010 lo condenamos duramente y exigimos ante todo el respeto al derecho de existencia de nuestro Estado, del Estado de Israel. Nuestra educación mira a ese país, nuestro destino conduce a ese lugar y el esfuerzo de tantas generaciones por tener un Estado Judío debe ser defendido y no debe ser en vano”.
Por su parte, Leandro Rodríguez de Olivera, destacó contó que cuando cuenta que su abuelo es una de las víctimas del atentado a la Embajada de Israel y que junto a su familia concurre a los actos de homenaje los 17 de marzo, quienes lo escuchan le hacen una pregunta: “cómo es que tu abuelo es una de las víctimas si no era judío”.
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